El derecho de asilo centrará el difícil congreso del SPD que comienza hoy

El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) incia hoy un congreso clave para sus pretensiones de alcanzar el poder en 1994. El peliagudo tema de la modificación del derecho de asilo es la espoleta que puede hacer estallar el relativo consenso que existe en torno a su líder Björn Engholm, cuya popularidad supera ampliamente la del canciller Helmut Kohl en todas las encuestas. La cúpula del partido parece mayoritariamente dispuesta a seguir a su líder en el giro hacia el centro que supone aceptar, aunque con matices, el cambio del artículo 16 de la Constitución que regula esta materia. Las bases del...

El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) incia hoy un congreso clave para sus pretensiones de alcanzar el poder en 1994. El peliagudo tema de la modificación del derecho de asilo es la espoleta que puede hacer estallar el relativo consenso que existe en torno a su líder Björn Engholm, cuya popularidad supera ampliamente la del canciller Helmut Kohl en todas las encuestas. La cúpula del partido parece mayoritariamente dispuesta a seguir a su líder en el giro hacia el centro que supone aceptar, aunque con matices, el cambio del artículo 16 de la Constitución que regula esta materia. Las bases del SPD, sin embargo, envalentonadas por las manifestaciones del pasado día 8 en Berlín y del sábado en Bonn, donde se defendía el derecho de asilo, parecen dispuestas incluso a hacer caer a Engholm.Ayer, en una reunión previa de la dirección del partido, Engholm, dijo que el SPD debe apoyar una reglamentación más estricta del largo proceso legal al que tiene derecho cualquier persona que pida asilo político en Alemania. En lo que va de año, lo han solicitado más de 400.000 personas, y aunque solo menos de un 4% lo obtiene, no se resuelven más que una media de 15.000 casos al mes. Mientras tanto, los refugiados tienen derecho a cobijo y manutención a cargo de los länder o de los municipios. Su masiva presencia en el país ha provocado este año más de 1.800 incidentes violentos, con el resultado de, al menos, 11 muertes.

El SPD debe decidir, además, bajo presión de los conservadores, cuál es su postura en torno al artículo 6 de la Constitución, que impide la presencia del Ejército alemán fuera de la Alianza Atlántica. El Gobierno pretende que las tropas alemanas puedan acudir a cualquier llamamiento autorizado por la ONU, incluso para acciones como la guerra del Golfo. El SPD parece dispuesto a aceptar alguna cooperación con la ONU.