Willy de Ville critica el abuso del pregrabado en el rock actual

El cantante norteamericano presenta su disco 'Callejones del deseo' y su gira española

Willy de Ville tiene 42 años y una agitada carrera que le ha llevado desde los antros punkis de Nueva York a su actual refugio en Nueva Orleans, con largas temporadas en un exilio dorado en París. Prototipo de artista maldito, ha publicado nueve discos, el último de los cuales se titula Backstreets of desire (Callejones del deseo) e incluye una interpretación en clave mexicana del clásico Hey Joe. De visita en Madrid, De Ville habla de su disco, critica el abuso del pregrabado en el rock y anuncia su próxima gira en Barcelona (28 de octubre), Valencia (día 29), Madrid (día 30) y Bilbao (día 31...

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Willy de Ville tiene 42 años y una agitada carrera que le ha llevado desde los antros punkis de Nueva York a su actual refugio en Nueva Orleans, con largas temporadas en un exilio dorado en París. Prototipo de artista maldito, ha publicado nueve discos, el último de los cuales se titula Backstreets of desire (Callejones del deseo) e incluye una interpretación en clave mexicana del clásico Hey Joe. De visita en Madrid, De Ville habla de su disco, critica el abuso del pregrabado en el rock y anuncia su próxima gira en Barcelona (28 de octubre), Valencia (día 29), Madrid (día 30) y Bilbao (día 31).

"Conocía 27 versiones de Hey Joe", explica, "y me apetecía dar la vuelta a la canción. Pienso en la sorpresa de un pinchadiscos de una emisora al recibir el disco: él cree que la versión de Jimi Hendrix es lo máximo, pone la mía y ¡se muere del susto al encontrarse un mariachi! No es un capricho, descubrí que Hey Joe se empezó a cantar en Tejas en los años cuarenta, que era una balada folclórica anglomexicana, casi un rap de la frontera; imaginé cómo podría sonar en un club chicano. En Los Ángeles, conecté con un mariachi espléndido y les convencí para que grabaran conmigo. Me costó. Muchos de los músicos eran emigrantes ilegales, sin permiso de residencia ni tarjeta del sindicato".Agarra una guitarra eléctrica sin amplificación y demuestra cómo transformó la canción:

"Uso los mismos acordes que Hendrix, pero acelerados, para que encajen con los arreglos me Lo más difícil fue conseguir que el texto resultara fiel al espíritu de la historia, el tipo duro que mata a su chica infiel, sin que quedara demasiado ofensiva. Terminé escribiendo una tercera parte de la letra".

A pesar de su truculento contenido, el Hey Joe de Willy de Ville suena triunfal, positivo, radiante. Igual que su creador, que paladea en Europa el éxito que se le niega en Estados Unidos: "Allí puedo llenar teatros en las grandes ciudades, pero me ignoran en el resto del país, donde impera el heavy metal y el canal de televisión MTV. En ciudades como Barcelona, París o Berlín saben apreciarme, son conscientes de que recupero una música con raíces desde una óptica contemporánea, con una cierta poesía. Puedo estar equivocado pero me veo en la misma categoría que músicos comoTom Waits, Ry Cooder o Van Morrison. No me importa vender la centésima parte de lo que vende Janet Jackson: dentro de 50 años, ella estará olvidada y hablarán de nosotros con el mismo respeto que ahora se habla de Dalí, Picasso o He mingway. Por lo menos, ése es m sueño".

Para el resto de la música que se hace actualmente, De Ville no tiene más que desprecio: "Vas a un concierto de Madonna y en el dorso de la entrada te advierten que habrá partes en play back, para que no reclames. Bueno, eso no me parece serio. Hace poco fui a ver la actuación de un conocido mío, no diré el nombre, que consigue discos de platino y llena esta dios. Se encienden las luces, se oye un griterío tremendo. Lo extraño era que el público estaba tranquilo, nadie gritaba. ¡Llevaban pregrabados los aplausos y los gritos!".

Crecer con gracia

¿El problema del rock? "Nadie sabe crecer con gracia. Mick Jagger es un hombre inteligente, pero en el escenario parece un idiota, corriendo de un lado a otro; no tiene aliento, no puede cantar. ¡Un hombre de su edad! Los Ramones cumplirán 50 años vestidos con chaquetas de cuero, repitiendo aquello de Quiero esnifar pegamento. Lo más horrible es seguir una moda; pasa y te quedas convertido en una figura patética. Prefiero envejecer como Edith Piaf, sin ocultar las arrugas. Hasta Xavier Cugat tenía más clase que esas estrellas del rock". Pero Willy de Ville no quiere hablar más de los músicos contemporáneos, porque "luego se quejan de cosas que he dicho".

"Yo me metí en esto para cantar lo que me apetece y llevar la mejor ropa. Vivo como un rey. Las compañías de discos son como chuloputas pero me resisto a abrirme de piernas. Creo en algo que me dijeron hace mucho tiempo: 'Lo. mejor que puedes hacer en cada momento es hacer lo mejor que puedas en ese momento. He vivido con esa regla y creo que mi balance final será superior al de Michael Jackson".

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