Crítica:

Cuartetos y tríos de ayer y de hoy

La Sociedad de Cuartetos de Madrid

Trío Mompou. Obras de Arbós, Malats y Granados, Sala Villanueva del Museo del Prado. Madrid 92. Madrid, 12 de octubre.

En el ciclo Madrid, villa y corte, el Consorcio para la Capitalidad Europea de la Cultura husmea, recuerda o investiga en diversos aspectos particularizados de nuestro pasado y de nuestro presente. Ahora, ha correspondiendo la evocación, en gesto de homenaje, a la Sociedad de Cuartetos de Madrid, nacida en 1863 a impulsos de Jesús de Monasterio que institucionalizó la música de cámara en la afición de la capital es...

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La Sociedad de Cuartetos de Madrid

Trío Mompou. Obras de Arbós, Malats y Granados, Sala Villanueva del Museo del Prado. Madrid 92. Madrid, 12 de octubre.

En el ciclo Madrid, villa y corte, el Consorcio para la Capitalidad Europea de la Cultura husmea, recuerda o investiga en diversos aspectos particularizados de nuestro pasado y de nuestro presente. Ahora, ha correspondiendo la evocación, en gesto de homenaje, a la Sociedad de Cuartetos de Madrid, nacida en 1863 a impulsos de Jesús de Monasterio que institucionalizó la música de cámara en la afición de la capital española.Es curioso que el recuerdo lo haya protagonizado un Trío, aunque los cuartetistas de antaño no dejaran de cultivar tal modalidad, pero queda justificado por un cierto paralelismo entre la tarea que los instrumentistas del pasado y la que, desde hace 10 años, desarrolla el Trío Mompou y que forman el pianista Luciano Sarmiento -que hizo sus primeras armas en el Trío de Múnich durante su estancia en Alemania-, el violinista Joan Luis Jordá y el violonchelista Mariano Melguizo que tuvo como antecesora en el puesto a Pilar Serrano.

Para el doble homenaje, el Trío Mompou seleccionó tres páginas de finales del siglo XIX (lo de 1910 para Malats es pura fantasía, pues su trío se tocó en el Ateneo en 1898 con el autor al piano, Julio Francés y Odón González). Con este pianista-compositor, un gran compositor-pianista, Enrique Granados, con el trío, de 1884 y el violinista-director-compositor, Enrique Fernández Arbós, con sus Tres piezas de género español (bolero, habanera y seguidillas), también de 1884, pintorescas y situadas entre Sarasate y Albéniz.

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