EL FUTURO DE EUROPA

Mifterrand asegura que el cáncer que padece no es razón suficiente para hacerle abandonar el Elíseo

"No hay ninguna razón para que dimita, no me han hecho una lobotomía; el problema no está ahí", dijo François Mitterrand al abandonar, ayer por la tarde y por su propio pie, el hospital Cochin, donde el viernes fue operado de la próstata. Las palabras presidenciales sonaron cuando los franceses ya llevaban unas cuantas horas considerando la posibilidad de que Mitterrand abandone el Elíseo en los próximos meses, con independencia del resultado del referéndum sobre Maastricht del domingo. La noticia de que Mitterrand tiene cáncer de próstata ahondó la creencia de que se retirará antes de 1995....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

"No hay ninguna razón para que dimita, no me han hecho una lobotomía; el problema no está ahí", dijo François Mitterrand al abandonar, ayer por la tarde y por su propio pie, el hospital Cochin, donde el viernes fue operado de la próstata. Las palabras presidenciales sonaron cuando los franceses ya llevaban unas cuantas horas considerando la posibilidad de que Mitterrand abandone el Elíseo en los próximos meses, con independencia del resultado del referéndum sobre Maastricht del domingo. La noticia de que Mitterrand tiene cáncer de próstata ahondó la creencia de que se retirará antes de 1995.

Más información

Mitterrand conversó con los periodistas en las puertas del hospital con los rasgos del rostro tensos, pero en no demasiada mala forma física para su edad y la prueba que acababa de superar, con admirable serenidad y hasta sentido del humor. No veía ninguna razón para dimitir: "No me han hecho una lobotomía"; considera su cáncer como "un combate honorable a librar contra mí mismo"; ha leído un libro y algunos periódicos en el hospital, aunque ha pasado la mayor parte del tiempo "mirando al cielo"; se dirigía al Elíseo "para descansar un poco"; reemprenderá su trabajo el próximo miércoles, con la presidencia del Consejo de Ministros, y votará el próximo domingo en su circunscripción de Château-Chinon."Deseo vivamente que una mayoría opte por el ; creo que el destino de Francia saldrá engrandecido; Europa me parece una cosa interesante, pero los que ahora tienen que decidir son los franceses afirmó al ser preguntado sobre el referéndum. Y cuando alguien le dijo: "Sigue usted pensando en actuar en consecuencia con los resultados de la consulta en el curso de las siguientes 24 horas?", Mitterrand respondió: "Yo he dicho eso? ¿Sí? Pues bueno, actuaré en consecuencia en esas 24 horas".

La pregunta más formulada ayer en París era: "¿Cómo cree usted que influirá en el comportamiento electoral de los franceses el conocimiento de la dolencia del presidente?". La mayoría de las respuestas apostaba por un efecto beneficioso para los partidarios del sí a Maastricht, que, según las encuestas, se situaba el pasado fin de semana entre el 50% y el 53%. A los indecisos, entre el 20% y el 30% de los electores, la imagen de un presidente enfermo puede despertarles sentimientos de piedad. Un proverbio francés dice: "No se dispara sobre una ambulancia".

Claude Gubler, médico personal de Mitterrand, dio cuenta por la mañana de que los análisis de los tejidos extraídos en el transcurso de la operación de próstata del presidente revelaron la presencia de un adenocarcinoma o, lo que es lo. mismo, de tejido canceroso. Gubler no quiso precisar el grado de evolución del tumor, aunque el Elíseo dijo luego que ha sido "descubierto en sus comienzos".

Como miles de franceses

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El médico de Mitterrand se limitó a afirmar que se trata de "un cáncer idéntico al que padecen miles de franceses de más de 50 años". Aseguró que no existen lesiones metastásicas óseas" y descartó la necesidad de "un tratamiento de quimioterapia".

"En el caso del presidente", dijo, "basta con una hormonoterapia, un tratamiento que no le impedirá mantener una actividad normal". El doctor añadió que una persona que sufre cáncer de próstata "puede vivir fácilmente entre 15 y 20 años con su enfermedad".

La difusión del parte médico precisando la naturaleza de su enfermedad fue una decisión personal de Mitterrand. A diferencia de sus predecesores en el cargo, él ha instaurado la práctica de dar a conocer cada seis meses su estado de salud. Recordando el caso de Georges Pompidou, que hasta su muerte en el Elíseo, en 1974, mantuvo en secreto su enfermedad, Mitterrand se comprometió al llegar a la presidencia a "garantizar la transparencia en cualquier circunstancia".

A lo largo de sus 11 años en la presidencia, Mitterrand ha dedicado una especial atención a su forma física. No fuma, no toma café y tan sólo bebe un vasito de vino en las comidas oficiales. No come demasiado y se escapa con frecuencia a pasear por las calles del Barrio Latino o Les Halles. Juega al golf todos los lunes y, durante sus periodos de descanso, camina durante horas entre los pinos de su granja de Latche, en las Landas.

La inminencia del referéndum sobre Maastricht ya había provocado en Francia una polémica sobre la posible dimisión del presidente. Todo el mundo coincidía en señalar que una victoria del no obligará a Mitterrand a plan tearse su jubilación por obvias razones políticas y morales. Pero incluso en caso de victoria del , muchos partidarios de Mitterrand apuntan que el presidente no debería desperdiciar una oportunidad semejante de salir del Elíseo por la puerta grande.

Archivado En