La nueva subasta de letras atrajo poca demanda a pesar de aplicar un tipo de interes del 13,25%

El mercado de deuda pública vivió ayer una jornada de confusión al coincidir una demanda menor de lo esperado en la subasta de letras a corto plazo y, sin embargo, animarse de forma inesperada las compras a largo. La primera subasta de letras a seis meses atrajo a pocos inversores -según la opinión del mercado a pesar de que los tipos de interés se situaron en el 13,25%. Hubo peticiones por valor de 339.750 millones, lo que a juicio del Tesoro "satisface" sus necesidades. En el largo plazo hubo compradores extranjeros que hicieron subir dos puntos el precio de los bonos a 10 años en una ambien...

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El mercado de deuda pública vivió ayer una jornada de confusión al coincidir una demanda menor de lo esperado en la subasta de letras a corto plazo y, sin embargo, animarse de forma inesperada las compras a largo. La primera subasta de letras a seis meses atrajo a pocos inversores -según la opinión del mercado a pesar de que los tipos de interés se situaron en el 13,25%. Hubo peticiones por valor de 339.750 millones, lo que a juicio del Tesoro "satisface" sus necesidades. En el largo plazo hubo compradores extranjeros que hicieron subir dos puntos el precio de los bonos a 10 años en una ambiente más optimista. También hay más calma en las divisas, salvo para la libra. El Gobierno británico pedirá un préstamo de 1,3 billones de pesetas para sostener su moneda.

En la nueva subasta de letras a seis meses, cuya primera emisión se celebró ayer por la mañana, se solicitaron 339.750 millones, de los que finalmente se adjudicaron 289.500 (un 85%). La segunda vuelta quedó desierta. El importe solicitado fue mucho más bajo de lo esperado por los analistas para la remuneración que se ofrecía, según coincidieron en señalar algunos operadores. Se había previsto que por encima de una rentabilidad del 13% acudieran por lo menos 500.000 millones de pesetas. Por ello, anticipan nuevas subidas de tipos en la siguiente subasta, dentro de 15 días, seguros de que las necesidades de financiación del Estado -4,6 billones de pesetas de aquí a fin de año (ver EL PAÍS de ayer) con una deuda acumulada con el Banco de España de 1,7 billones- forzarán a una espiral alcista.La opinión de los analistas choca frontalmente, sin embargo, con lo expresado ayer por un portavoz del Tesoro que se dio por satisfecho con la cantidad ingresada ayer y descartó que la tendencia de los tipos de interés fuera a ser alcista.

El mismo portavoz confirmó la intención del Tesoro de recurrir al corto plazo para financiarse. El tipo de interés ofrecido ayer (13,25%) es superior en algo más de cuarto de punto al fijado la semana pasada para las letras a un año (12,977%), lo que confirma esta intención.

Subida de los bonos

Mientras que las letras registraron menor demanda de lo esperado a primera hora de la mañana, algunos de los inversores extranjeros más potentes entraron a mediodía a comprar bonos del Tesoro a largo plazo. La entrada sorprendió al mercado, que vio cómo, mientras la subasta de bonos a tres y cinco años y de las obligaciones a 10 años quedaba desierta -como viene siendo habitual-, en cuestión de escasas horas en el mercado secundario el precio de los bonos a 10 años aumentaba dos puntos.

La explicación de los analistas a estas compras es que el peor de los escenarios, el no francés y una posible devaluación de la peseta, ya han sido descontados. Con la demanda de ayer, los no residentes demuestran asumir que la rentabilidad ha tocado techo y a partir de ahora bajará. Desde que se produjo el no danés a Maastricht la rentabilidad de los bonos a 10 años ha aumentado del 10,5% al 12,95% forzada por la escasa demanda, más allá incluso que Italia, donde el estado de las finanzas públicas es mucho peor que España. Los mejores resultados de los sondeos del referéndum francés sobre Maastricht, contribuyó a fomentar estas compras.

Por su parte, el Banco de España no varió del 13% el tipo de interés al que presta dinero a los bancos en la subasta decenal de ayer.

Los mercados de divisas también tuvieron una sesión más tranquila. La peseta mantuvo ayer su cotización frente al marco alemán y fijó un cambio medio en Madrid de 64,991. El dólar subió 41 céntimos para situarse en 90,727 pesetas. La libra esterlina seguía bajo presión y el Gobierno británico anunció ayer que pediría prestado el, equivalente a 10.000 millones de ecus (1,35 billones de pesetas) para defender la paridad de su divisa.

Las bolsas europeas también se beneficiaron del optmismo, destacando la subida de más de seis puntos de Madrid y Barcelona.

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