El hijo del emir de Kuwait

El caso de Nueva Esperanza fue un típico episodio de la más arraigada tradición de los pícaros hispánicos de vender duros a dos pesetas. Julio García, un estafado, es consciente de su ingenuidad y "egoísmo" cuando entregó 200.000 pesetas: "En aquella época, los pisos de esas características estaban entre 600.000 y 800.000 pesetas. Queríamos cosas imposibles, como esas casas a 40.000 duros". Los pícaros estaban seguros de la bisoñez de los ahorradores. Manuel Dus Villanueva, uno de los estafadores y matarife de profesión, aprovechaba su aspecto mestizo para presentarse en los actos publicitario...

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El caso de Nueva Esperanza fue un típico episodio de la más arraigada tradición de los pícaros hispánicos de vender duros a dos pesetas. Julio García, un estafado, es consciente de su ingenuidad y "egoísmo" cuando entregó 200.000 pesetas: "En aquella época, los pisos de esas características estaban entre 600.000 y 800.000 pesetas. Queríamos cosas imposibles, como esas casas a 40.000 duros". Los pícaros estaban seguros de la bisoñez de los ahorradores. Manuel Dus Villanueva, uno de los estafadores y matarife de profesión, aprovechaba su aspecto mestizo para presentarse en los actos publicitarios como un hijo del emir de Kuwait.Los promotores formaron la sociedad Nueva Esperanza en 1963 con un capital social de 200.000 pesetas; ampliaron el capital de forma ficticia a cinco millones y acabaron recaudando más de 700 millones de forma irregular.

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La campaña publicitaria que pusieron en marcha estaba ribeteada de un pintoresquismo sonrojante, como la organización de festivales taurinos y deportivos para atraer a incautos.

Los estafadores se confiaron demasiado. Joaquín Beltrán Estelles, el cerebro de la operación, llegó a prometer la devolución del dinero si se solicitaba. Algunos lo hicieron, escamados por la lentitud de las obras. El primer cheque impagado originó la primera denuncia. En 1976, la Audiencia Nacional condenó a cuatro de los 21 procesados a penas de prisión que oscilaron entre 7 y 11 años de cárcel. Beltrán Estellés, Dus Villanueva, Eugenio Navarro Bono y Francisco Beltrán Llacer ya cumplieron la condena.

Ahora, en el juzgado están preocupados porque muchos estafados quizá no lleguen a enterarse nunca de que pueden cobrar parte de su dinero. La ejecutoria del sumario ha fijado para septiembre el pago en distintas oficinas del Banco Bilbao Vizcaya, y el mismo juzgado ha puesto sus números de teléfono -el (96) 387 87 23 y (96) 387 87 24- a disposición de los afectados para aclarar cualquier duda al respecto.

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