Cartas al director

Basura

Este año es, según se dice, Madrid la capital europea de la cultura. Aunque, lo admito, yo no sabría decir hasta qué punto esto es cierto. Lo que sí sé es que Madrid es la capital de la basura y de esto sí que no cabe dudar.Pero no es solamente Madrid, sino toda España, la que se ha convertido en un basurero. Hay que decir, no obstante, que hay alguna ciudad algo más limpia, pero como es sabido, la excepción confirma la regla.

A quienes, como yo, hemos vivido gran parte de nuestra vida en Europa, nos resulta difícil, acostumbramos de. nuevo a este deprimente panorama. La suciedad es cos...

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Este año es, según se dice, Madrid la capital europea de la cultura. Aunque, lo admito, yo no sabría decir hasta qué punto esto es cierto. Lo que sí sé es que Madrid es la capital de la basura y de esto sí que no cabe dudar.Pero no es solamente Madrid, sino toda España, la que se ha convertido en un basurero. Hay que decir, no obstante, que hay alguna ciudad algo más limpia, pero como es sabido, la excepción confirma la regla.

A quienes, como yo, hemos vivido gran parte de nuestra vida en Europa, nos resulta difícil, acostumbramos de. nuevo a este deprimente panorama. La suciedad es cosa de España, en cuanto se cruza la frontera, ya aparece. ¿No tiene remedio el mal? Lógicamente, sí que debería tenerlo, es cuestión de educación, y si los europeos han sido educados para no ensuciar, también los españoles podremos adquirir esa educación. Pero fácil no será, dado nuestro carácter anárquico, que no anarquista. Sería preciso empezar ya en las escuelas de párvulos enseñando a los niños un comportamiento correcto.

El arrojar o abandonar papeles, plásticos y basuras en la calle o en cualquier parte cuando sí hay donde se pueden depositar, es un feo vicio español y, como todos los vicios, muy difícil de desarraigar.-

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