Aznar reclama al Gobierno que "acabe la fiesta" del despilfarro

La oposición, y especialmente el Partido Popular, aprovechó ayer el debate sobre la cumbre comunitaria de Lisboa del pasado fin de semana para criticar con dureza al Gobierno por los recientes malos resultados de su política económica y, en algunos casos, pedirle que fomente el consenso. Las críticas más severas vinieron de la mano del presidente del PP, José María Aznar, que acusó a González de propiciar "una política de despilfarro" y le reclamó que se acabe la fiesta"."La mejor forma de colaborar en un proceso de convergencia económica, social y política será hacer posible aquello de que Es...

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La oposición, y especialmente el Partido Popular, aprovechó ayer el debate sobre la cumbre comunitaria de Lisboa del pasado fin de semana para criticar con dureza al Gobierno por los recientes malos resultados de su política económica y, en algunos casos, pedirle que fomente el consenso. Las críticas más severas vinieron de la mano del presidente del PP, José María Aznar, que acusó a González de propiciar "una política de despilfarro" y le reclamó que se acabe la fiesta"."La mejor forma de colaborar en un proceso de convergencia económica, social y política será hacer posible aquello de que España funcione", afirmó Aznar. "España, prosiguió, "necesita que alguien diga de una vez que se acabó la fiesta".

El jefe de la oposición se preguntó después: "¿Quién va a creer en unas demandas de austeridad cuando éstas se lanzan por quien practica el despilfarro como norma habitual de comportamiento? ¿Quién va a confiar en el plan de convergencia cuando la realidad lo ha destrozado a los dos meses de su nacimiento?"

Recordó José María Aznar que todos los indicadores "configuran una situación que, más que delicada, es grave". "En una actitud suicida se practica el mantenella y no enmendalla ", sentenció.

En términos algo más suaves Nicolás Sartorius, de Izquierda Unida, calificó la situación económica que atraviesa España de "descontrolada". Aun así Miquel Roca, de Convergència i Unió, advirtió a González que "estaría mal" que estos resultados adversos le inciten a revisar los objetivos de su plan de convergencia con el que pretende colocar a España en el grupo de países que estarán en condiciones en 1997 o 1999 de acceder a la última fase de la unión económica y monetaria.

Plan ajustado

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Felipe González le tranquilizó. Tras admitir que es cierta la situación de dificultad de la economía resaltó que eso no cambia los objetivos del programa de convergencia. Reconoció, no obstante, que el plan tendrá que ser ajustado la lo largo del recorrido" porque, dijo, "la verdad es que la economía se ha desacelerado fuertemente".

Aunque no trató en profundidad la situación económica, el presidente del Gobierno intentó demostrar que la mala racha afecta al conjunto del mundo occidental y no sólo a España que, incluso, según González, obtiene en algunos aspectos resultados mejores que sus vecinos. Puso como principal ejemplo la tasa de crecimiento económica en 1991 (2,5%), que se sitúa un 1% por encima de la media comunitaria.

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