EL DEBATE EUROPEO

El 40% de los franceses está contra Maastricht

Los enemigos del tratado de Maastricht aumentan en Francia, según los resultados de dos recientes encuestas de opinión. Una de ella, publicada por La Tribune de l'Expansion, asegura que los partidarios del sí al tratado han bajado desde el 68% del mes de mayo al 59% actual y los del no han subido desde el 32% al 41%. El otro sondeo, de París Match, confirma esa tendencia.

Esas cifras aluden a los ciudadanos que ya tienen formada una opinión, unas dos terceras partes del cuerpo electoral, entre quienes se encuentran unos eurófobos, que, estimulados por el rechazo danés a Maastricht, espe...

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Los enemigos del tratado de Maastricht aumentan en Francia, según los resultados de dos recientes encuestas de opinión. Una de ella, publicada por La Tribune de l'Expansion, asegura que los partidarios del sí al tratado han bajado desde el 68% del mes de mayo al 59% actual y los del no han subido desde el 32% al 41%. El otro sondeo, de París Match, confirma esa tendencia.

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Esas cifras aluden a los ciudadanos que ya tienen formada una opinión, unas dos terceras partes del cuerpo electoral, entre quienes se encuentran unos eurófobos, que, estimulados por el rechazo danés a Maastricht, esperan mejorar aún más su situación en las semanas que quedan hasta la celebración del referéndum francés, previsto para finales de septiembre o comienzos de octubre. La tendencia francesa a no responder en este tipo de consultas a la pregunta planteada, sino a la persona que la plantea, puede jugar a favor del no.Mitterrand no ha logrado recuperar la popularidad perdida el pasado invierno, cuando el incremento del paro, los escándalos de corrupción y el hastío por su larga permanencia en el poder jugaron en su contra. Del descrédito que sigue afectando al poder socialista tan sólo se salvan Jacques Delors, ausente del escenario político nacional, y Pierre Bérégovoy, cuya presencia en Matignon tranquiliza a sus compatriotas.

Pero Mitterrand sigue luchando por alumbrar la Unión Europea, aunque sea con fórceps. El Senado francés abordó ayer el tramo final del debate sobre la reforma constitucional previa a la ratificación del tratado de Maastricht. Los senadores debían votar anoche. El neogaullista Charles Pasqua seguía oponiéndose al derecho de voto en las elecciones municipales de los ciudadanos europeos, pero el apoyo de los centristas y liberales al Gobierno socialista parecía asegurar la victoria del si.

Si el debate sobre las implicaciones del tratado de Maastricht no parece aumentar de modo sensible la popularidad de Mitterrand, agrava, en cambio, la crisis de la oposición, virtual ganadora de las elecciones legislativas del próximo mes de marzo. Cada día hay nuevos enfrentamientos entre los europeístas que siguen a Valéry Giscard d'Estaing y los eurófobos del gaullismo, como Philippe Séguin y Charles Pasqua. Jacques Chirac, por su parte, sigue emboscado.

Estas diferencias volverán a salir a la luz cuando la Asamblea Nacional y el Senado celebren la solemne sesión conjunta en el palacio de Versalles que debe culminar el proceso de reforma constitucional. En esa reunión, prevista para finales de este mes o comienzos del próximo, los europeístas deben constituir una mayoría de las tres quintas partes. A tenor de los resultados de las votaciones preliminares en las dos cámaras, es posible la existencia de esa mayoría.

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Sólo tras la consagración en Versalles de la reforma constitucional, Francia podrá afrontar la última y decisiva fase del proceso de ratificación del tratado de Maastricht: un referéndum.

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