LA CUMBRE DE LA TIERRA

Frágil acuerdo financiero para proteger el medio ambiente del planeta

La Agenda 21, el programa para la aplicación de los planes aprobados en la Cumbre de la Tierra para conseguir un desarrollo mundial respetuoso con el medio ambiente, se cerró en la noche del sábado en Río de Janeiro con un acuerdo financiero aguado y frágil. El documento sólo compromete a los países ricos a dedicar "tan pronto como sea posible" el 0,7% del producto interior bruto (PIB) para ayuda al desarrollo del Tercer Mundo.

Los jefes de Estado y de Gobierno hicieron toda clase de malabarismos verbales y estadísticos para demostrar que son buenos chicos y que estaban dispuestos a aum...

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La Agenda 21, el programa para la aplicación de los planes aprobados en la Cumbre de la Tierra para conseguir un desarrollo mundial respetuoso con el medio ambiente, se cerró en la noche del sábado en Río de Janeiro con un acuerdo financiero aguado y frágil. El documento sólo compromete a los países ricos a dedicar "tan pronto como sea posible" el 0,7% del producto interior bruto (PIB) para ayuda al desarrollo del Tercer Mundo.

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Los jefes de Estado y de Gobierno hicieron toda clase de malabarismos verbales y estadísticos para demostrar que son buenos chicos y que estaban dispuestos a aumentar, duplicar o triplicar sus contribución al desarrollo y la ecología. Jugaban casi siempre con cartas marcadas, porque se referían a duplicar su aportación en cifras absolutas y escondían en la manga el famoso 0,7% del PIB, que es un porcentaje real que pocos países ricos pagan o están dispuesto a pagar.En las negociaciones se llegó al fin a una fórmula de compromiso que no compromete a casi nada. Así, el texto comienza con la afirmación de que "los países desarrollados reafirman su compromiso de alcanzar el objetivo aceptado por la ONU de dedicar el 0,7% del PIB a la ayuda oficial al desarrollo". Ese "reafirman" encierra ya la primera trampa. El 0,7% del PIB ya fue la m eta fijada hace 20 años en la Conferencia de Estocolmo sobre medio ambiente. Entonces, EE UU no firmó ese compromiso.

Al decir ahora "reafirman", Estados Unidos no se compromete a nada, porque como mecanismo de presión se acuerda que la Comisión de Desarrollo Sostenible de la ONU, creada ahora en la Cumbre de la Tierra, se encargará de seguir y controlar la aplicación de la Agenda 21 con el mandato concreto de revisar la financiación. El periódico O Estado de Sao Paulo habla de "un malabarismo verbal que pretendía alcanzar varios intereses divergentes", y califica de "frágil" el acuerdo conseguido.

Otro punto sin cerrar ha sido el de la ayuda a los países más pobres del planeta, y que lleva el nombre de IDA -iniciales del fondo del Banco Mundial Asociación Internacional para el Desarrollo-. Se buscó el décimo incremento con dinero fresco y aquí entraron también las trampas estadísticas. Los países pobres exigían que la ampliación de fondos se hiciese "en términos reales", según la cotización del dólar en el momento. de creación del fondo, pero no lo han conseguido.

Fuera de la Agenda 21 y como contrapartida por no alcanzar el 0,7% del PIB que pide: este acuerdo, la CE decidió crear un Fondo Verde con una dotación total de 4.000 millones de: dólares en un plazo no especificado de entre tres y cinco años. Japón dijo que va a aumentar en. un 50% aproximadamente su ayuda a proyectos medioambientales, con un total de 7.700 millones de dólares en cinco años, y Estados Unidos anuncié, igualmente un aumento inmediato del 66% de su ayuda medioambiental

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