FERIA DE SAN ISIDRO

Ángel de la Rosa, trasladado a una clínica especializada en traumatismos

El novillero Ángel de la Rosa, herido en el festejo del día 20 en Las Ventas, ha sido trasladado, por prescripción facultativa, de la clínica Loreto, en la que estaba ingresado, a la de La Fraternidad, especializada en rehabilitaciones de traumatismos.

El equipo médico encabezado por el doctor García Padrós, que le operó en la enfermería de la plaza y le atendía hasta ahora, considera que los problemas que tiene de la Rosa para mover su pie izquierdo, debido a la contusión que le provocó el pitón en el nervio ciático, serán mejor tratados en esta clínica, que además tiene un gimnasi...

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El novillero Ángel de la Rosa, herido en el festejo del día 20 en Las Ventas, ha sido trasladado, por prescripción facultativa, de la clínica Loreto, en la que estaba ingresado, a la de La Fraternidad, especializada en rehabilitaciones de traumatismos.

El equipo médico encabezado por el doctor García Padrós, que le operó en la enfermería de la plaza y le atendía hasta ahora, considera que los problemas que tiene de la Rosa para mover su pie izquierdo, debido a la contusión que le provocó el pitón en el nervio ciático, serán mejor tratados en esta clínica, que además tiene un gimnasio para rehabilitación en el que el mismo lunes comenzó a trabajar.

Al novillero ya le han quitado los drenajes de la herida que su frió en sus dos piernas y práctica mente se encuentra curado de las mismas, en las que ni siquiera tiene casi dolores. La evolución del pie marcha mucho más despacio, porque, según le han explicado los médicos de los que ahora de pende, es imprevisible el tiempo que tardará el nervio en reaccionar. De la Rosa, que sigue llevando un fuerte vendaje en ese pie, va a ser sometido a pruebas de resonancia magnética y radiografías para intentar acelerar al máximo su recuperación, que, como mínimo, tardará varias se manas. El novillero, al que acompaña continuamente su padre, el exmatador de toros del mismo nombre, se encuentra un tanto desmoralizado. "Más que por el percance", dice, "algo propio de los toreros y que no es el primero que sufro, lo peor es no poder torear el sábado en Valencia el festival homenaje a mi apoderado, descubridor y amigo Manolo Montoliú. Eso me duele más que el pie".

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