Francia propone construir una 'fábricade taus', similar a la española, en París

Un proyecto francés para construir cerca de París un acelerador de partículas de tipo fábrica de taus, prácticamente idéntico al que España está pensando hacer en su territorio en colaboración con el laboratorio europeo de física de partículas (CERN, en Ginebra), ha sido presentado recientemente. El Gobierno español tomará a finales de mayo o principios de junio una decisión sobre el proyecto nacional.

La decisión definitiva de instalar en España esta potente herramienta de investigación básica de física de partículas se adoptará, de todas formas, antes de la reunión de los 17 países mi...

Un proyecto francés para construir cerca de París un acelerador de partículas de tipo fábrica de taus, prácticamente idéntico al que España está pensando hacer en su territorio en colaboración con el laboratorio europeo de física de partículas (CERN, en Ginebra), ha sido presentado recientemente. El Gobierno español tomará a finales de mayo o principios de junio una decisión sobre el proyecto nacional.

La decisión definitiva de instalar en España esta potente herramienta de investigación básica de física de partículas se adoptará, de todas formas, antes de la reunión de los 17 países miembros de la organización europea CERN. El proyecto francés, denominado Soleil, y el español proponen procesos opuestos de desarrollo para llegar al mismo resultado. La fábrica de taus -todavía no existe ninguna en el mundo- será un acelerador de pequeño tamaño -un anillo de 360 metros- en comparación con los más grandes que existen, pero muy específico. En él se acelerarán partículas elementales hasta velocidades próximas a la de la luz, se harán colisionar, y los físicos estudiarán el comportamiento de los fragmentos fabricados en los choques, sobre todo las partículas tau, para conocer mejor los componentes fundamentales de la materia.Mientras el proyecto en España plantea construir la fábrica de taus y contempla aprovechar los inyectores de partículas para montar un sincrotrón -una fuente de rayos X para análisis de materiales y muestras biológicas-, Francia pretente empezar por el sincrotrón y ampliarlo a una fábrica de taus.

La opción francesa ha partido del Laboratorio para la Utilización de la Radiación Electromagnética (LURE), y propone construir una nueva instalación sincrotrón para reemplazar a las ya existentes en Orsay, cerca de París. El coste de la unidad de radiación sincrotrón sería de 700 millones de francos (unos 13.000 millones de pesetas), sin contar las inversiones en infraestructura y personal. La opción para España supone, en total, unos 20.000 millones de pesetas, a los que habría que sumar las inversiones añadidas para hacer el sincrotrón. Sería la instalación para ciencia básica más costosa construida en España.

Candidatos

Cinco comunidades autónomas (Andalucía, Cataluña, Valencia, País Vasco y Aragón) han manifestado interés por construir en su territorio la fábrica de taus, y algunas han hecho propuestas desarrolladas que incluyen las inversiones. La Administración central ha establecido como condición al proyecto que debe ser financiado por la comunidad autónoma que lo albergue, de modo que no reste fondos estatales para otras áreas de investigación científica. El ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana, llevará próximamente la propuesta de la fábrica de taus al Consejo de Ministros, según ha informado la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología. Si se aprueba y se alcanza un acuerdo con el CERN, se decidirá la ubicación.

Ante el CERN, España aceptaría costear la construcción de la instalación -que duraría unos seis años-, pero exige que su explotación sea asumida por el laboratorio europeo como un programa básico del mismo, en el que todos los países miembros están obligados a participar y a pagar. Fuentes del CERN han comentado a EL PAÍS la dificultad de que los delegados de todos los países se comprometan a financiar dentro de seis años un proyecto, y que sería más viable que lafábrica de taus se definiese como programa especial, voluntario, al que se sumarían los miembros del CERN a medida que los países lo aprobasen.