El campo español no puede asumir la rebaja de precios que pide la CE, según Solbes

"El campo español no podría asumir el nuevo sacrificio que le exige el paquete de precios presentado por la Comisión Europea", manifestó ayer en Luxemburgo el ministro español de Agricultura, Pedro Solbes, para quien la propuesta es "absolutamente inaceptable". El nuevo paquete de precios supone una congelación para la próxima campaña, pero en el caso de España y Portugal se traduce en una disminución de las rentas garantizadas a los agricultores.

El Consejo de Ministros de Agricultura de la CE, cuya reunión se inició el martes en Luxemburgo, continúa sin definir las bases para un a...

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"El campo español no podría asumir el nuevo sacrificio que le exige el paquete de precios presentado por la Comisión Europea", manifestó ayer en Luxemburgo el ministro español de Agricultura, Pedro Solbes, para quien la propuesta es "absolutamente inaceptable". El nuevo paquete de precios supone una congelación para la próxima campaña, pero en el caso de España y Portugal se traduce en una disminución de las rentas garantizadas a los agricultores.

El Consejo de Ministros de Agricultura de la CE, cuya reunión se inició el martes en Luxemburgo, continúa sin definir las bases para un acuerdo ni en precios ni en el tema más trascendental para el futuro de la reforma de la política agrícola común (PAC).

Este último proyecto está íntimamente vinculado a las negociaciones de la Ronda de Uruguay del GATT y ayer el ministro francés, Louis Mermaz, manifestó que "lo mejor sería un acuerdo rápido, pero si Estados Unidos no puede hacer concesiones vale más esperar".

La presidencia portuguesa presentó ayer una nueva propuesta de compensaciones a las rentas de los agricultores para poder poner en marcha una nueva PAC que implicará la reducción del 35% en los precios de los cereales, del 15% en la carne de vacuno y del 10% en la leche, así como un 4% de recorte en la producción lechera. La hora de la verdad de la reforma y del acuerdo del GATT tendrá que esperar probablemente a la decisión de los jefes de Estado y de Gobierno de la CE en la cumbre de Lisboa, a finales de junio.

En cuanto a los precios garantizados a los agricultores para la campaña 1992-93, que ya está en marcha, Solbes declaró que "España no puede aceptar medidas tan negativas". El argumento que da el ministro es que se trata de un año de transición hasta la entrada en vigor de la reforma de la PAC.

Los sectores más afectados serán los cereales, la leche y el azúcar (la Comisión pretende en este caso imponer una aproximación inmediata de los precios españoles, más altos). El vacuno se verá afectado por el descenso de la prima a las vacas nodrizas.

Solbes plantea que la CE conceda ayudas directas a los sectores españoles más perjudicados, igual que se hizo en 1984 con Alemania, entonces en una situación similar. La Comisión Europea se opone porque esa medida sería "absolutamente contraria" a la filosofía de una reforma de la PAC concebida para reducir las subvenciones y suavizar la guerra comercial con Estados Unidos.

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