Yeltsin adscribe a Rusia la flota del mar Negro

El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, firmó ayer un decreto por el que pone bajo la jurisdicción de Rusia la flota del mar Negro, apenas 24 horas después de que su homólogo ucranio, Leonid Kravchuk, hiciera exactamente lo mismo. Este cruce de decisiones sobre la poderosa unidad aeronaval eleva notablemente el listón del enfrentamiento entre las dos repúblicas más importantes de la Comunidad de Estados Independientes.

La flota del mar Negro, que Borís Yeltsin se ha apropiado por decreto, esta compuesta por dos portahelicópteros, tres navíos de crucero, 10 destructores, 28 submarinos, 29...

El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, firmó ayer un decreto por el que pone bajo la jurisdicción de Rusia la flota del mar Negro, apenas 24 horas después de que su homólogo ucranio, Leonid Kravchuk, hiciera exactamente lo mismo. Este cruce de decisiones sobre la poderosa unidad aeronaval eleva notablemente el listón del enfrentamiento entre las dos repúblicas más importantes de la Comunidad de Estados Independientes.

La flota del mar Negro, que Borís Yeltsin se ha apropiado por decreto, esta compuesta por dos portahelicópteros, tres navíos de crucero, 10 destructores, 28 submarinos, 29 fragatas, 15 vehículos de desembarco anfibio y hasta 160 diversos buques de patrulla costera y dragaminas. Es decir, un potencial naval ligeramente superior al conjunto de la flota del Reino Unido.El anuncio de que los partidarios de que Crimea -donde se encuentran las bases de la flota- se separe de Ucrania han conseguido las firmas suficientes para exigir un referéndum por la independencia agrava la tensión entre Rusia y Ucrania.

Yeltsin ya advirtió el miércoles pasado que se iba a apoderar de la unidad si Ucrania efectuaba alguna acción unilateral. Dicha acción se produjo el lunes, cuando Kravchuk emitió un decreto por el que ponía bajo su jurisdicción a todas aquellas tropas -las estratégicas- de las que no se apoderó en enero, entre ellas las unidades dotadas de armas nucleares, que el propio decreto colocó bajo "control operacional" del mando conjunto de la CEI. Ucrania, sin embargo, no transfería automáticamente la flota a la Comunidad, sino que posponía este problema a una negociación en la que se debía determinar con qué barcos y aviones se quedaba cada cual. Una delegación de militares del Ejército ucranio se entrevistó ayer con el jefe de la flota, almirante Kasatónov, para reclamarle el mando, pero éste se opuso.

Gran ovación

El decreto de respuesta de Yeltsin fue leído ante el Congreso de los Diputados del Pueblo por el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), mariscal Yevgueni Sháposnikov, y acogido por los parlamentarios con una gran ovación. El decreto establece que la flota, una vez puesta bajo la jurisdicción rusa, se transfiera automáticamente a la CEL Asimismo, ordena que se negocien con el Gobierno de Kravchuk "Ias condiciones del emplazamiento de la flota en los puertos ucranios" y el traspaso "de parte de ella a Ucrania".Sháposhnikov pronunció también un discurso prográmatico sobre las Fuerzas Armadas de Rusia. El mariscal constató que el proceso de desintegración de la ex URSS hizo un gran daño a la defensa común y condujo a la destrucción de "importantísimos componentes de. la infraestructura militar" y aseguró que en una serie de regiones de la CEI se trata de involucrar al Ejército en conflictos armados. Por ello, llegó a la conclusión de que es "imposible conservar unas Fuerzas Armadas unificadas". Los "pasos concretos" que ha dado Rusia para crear su propio Ejército "son oportunos y están justificados. Un Ejército sin Estado no es un Ejército y, en el mundo de hoy, un Estado sin Ejército no es un Estado", declaró el mariscal.

Aunque Sháposhnikov dijo no ser de los que ven peligros allí donde no existen, aseveró que "la amenaza de una agresión exterior, aunque se ha alejado", está lejos de haber desaparecido.

A causa de los problemas militares, el informe presentado en la mañana por Borís Yeltsin ante el Congreso sobre la política del Gobierno y el informe económico de Yegor Gaidar pasaron a un segundo plano. Frente a quienes quieren mermar sus facultades, el presidente insistió en que era necesario que siguiera gozando de poderes extraordinarios para superar el dificil momento actual. Yeltsin defendió las líneas maestras de la reforma económica, aunque admitió errores, entre ellos el que la privatización se haga a un ritmo lento: "Necesitamos millones de propietarios y no centenares de millonarios", proclamó.