Los partidarios de Yeltsin evitan una moción de censura contra el presidente ruso

La primera sesión del Sexto Congreso de los Diputados del Pueblo (macroparlamento ruso) puso de manifiesto en las votaciones preliminares un gran equilibrio de fuerzas que hace presagiar apuros para Borís Yeltsin: los partidarios del presidente evitaron que se incluyera en el orden del día una moción de censura al Gobierno, pero por un estrecho margen de votos. El vicepresidente ruso, Alexandr Rutskói, insistió ayer en qué Rusia "debe reconocer a la República del Transdniéster". Rusia, Ucrania y Moldavia acordaron ayer un alto el fuego en la zona.



En el debate del orden d...

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La primera sesión del Sexto Congreso de los Diputados del Pueblo (macroparlamento ruso) puso de manifiesto en las votaciones preliminares un gran equilibrio de fuerzas que hace presagiar apuros para Borís Yeltsin: los partidarios del presidente evitaron que se incluyera en el orden del día una moción de censura al Gobierno, pero por un estrecho margen de votos. El vicepresidente ruso, Alexandr Rutskói, insistió ayer en qué Rusia "debe reconocer a la República del Transdniéster". Rusia, Ucrania y Moldavia acordaron ayer un alto el fuego en la zona.

En el debate del orden del día, el bloque procomunista -que actuó coordinadamente- mostró que su fuerza se sitúa en torno a los 400 votos, que llegaron a 412 en la propuesta de plantear la moción de censura. Sus oponentes fueron en esa votación 447; 70 diputados se abstuvieron. Junto a su propósito de derribar al Gobierno, la oposición pretende quitarle a Yeltsin los poderes excepcionales que el Congreso le concedió en otoño pasado, cuando Rusia no era independiente y el presidente se hallaba en la cresta de la ola tras su actuación frente al golpe de Estado de agosto. Yeltsin ya dejó claro el domingo que no va a permitir que se le reste poder.

Aunque el presidente siga gozando de un sustento mayoritario, no pudo impedir ayer que el Congreso, por 635 votos contra 274, le obligara a asumir personalmente el informe sobre la gestión del Gobierno.

En esas votaciones preliminares se comprobó también el fuerte apoyo de que goza el presidente del Parlamento, Ruslán Jasbulatov, uno de los más duros críticos del equipo económico del Gobierno.

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Informe macabro

Otro hombre del entorno de Yeltsin que ha pasado a posiciones críticas, el vicepresidente Alexandr Rutskói, fue el protagonista de la jornada. A petición del Congreso, el general explicó su reciente viaje al Transdniéster, territorio mayoritariamente habitado por rusos que plantea el derecho a separarse de Moldavia. Insistió en que la República del Transdniéster debía ser reconocida, y agregó: "Hasta que Rusia no defienda a sus ciudadanos, independientemente del lugar en que estén, y hasta que los otros Estados de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) no comprendan que Rusia los defenderá, seguirán surgiendo conflictos". Rutskói afirmó que por parte moldava "actúan grupos terroristas", y aseguró que se le habían presentado pruebas de que algunos rusos habían sido torturados e incluso asesinados de un tiro en la nuca. El grupo de diputados que, encabezados por el vicepresidente, viajaron al Transdniéster el fin de semana presentaron al Congreso una resolución, que se votará hoy, que plantea que las fuerzas del Ejército 14 -destacado en la zona y bajo jurisdicción rusa desde la semana pasada- garanticen "la división de las partes en conflicto" el fin de "acabar con los choques armados". Los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia, Ucrania y Moldavia, reunidos ayer en la capital moldava, acordaron un alto el fuego que debía comenzar a las dos de la tarde de hoy (hora española).

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