200 metros de casa frente al Retiro por 2.100 pesetas
El decreto Boyer ha aliviado, desde su entrada en vigor en 1985, a los propietarios de pisos de renta antigua o congelada, pero nada más. La comisión formada por estos caseros en la Cámara de la Propiedad Urbana de Madrid ha remitido al presidente del Gobierno, Felipe González, y al ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, un escrito en el que reivindican la actualización de las rentas de sus casas.Además, cuantifican los efectos económicos de la congelación, tras realizar un muestreo entre 55 casos. controlados por sus afiliados en Madrid y extrapolarlo para las 530....
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El decreto Boyer ha aliviado, desde su entrada en vigor en 1985, a los propietarios de pisos de renta antigua o congelada, pero nada más. La comisión formada por estos caseros en la Cámara de la Propiedad Urbana de Madrid ha remitido al presidente del Gobierno, Felipe González, y al ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, un escrito en el que reivindican la actualización de las rentas de sus casas.Además, cuantifican los efectos económicos de la congelación, tras realizar un muestreo entre 55 casos. controlados por sus afiliados en Madrid y extrapolarlo para las 530.000 viviendas con alquiler paralizado que hay en España, en 3,6 billones de pesetas perdidos.
El sondeo se detiene en 55 casos de pisos y locales, tanto de barrios pobres como de clase media o alta. Los contratos, en muchos casos, se remontan a antes de la guerra civil.
Como barrio modesto se ha elegido Embajadores. Los caseros no especifican calles, pero sí 29 situaciones concretas. Inquilinos de casas de 45 metros cuadrados, con contrato inicial de 1934 y de 65 pesetas, que ahora pagan 290. Un local comercial de 125 metros, cuyo arrendatario abona 4.000 pesetas. Según el mercado, estos alquileres deberían estar en 45.000 y 150.000 pesetas, respectivamente.
De clase media se elige como zona el paseo de las Delicias. Entre los 17 contratos analizados hay rentas actuales de 140 pesetas o de 250 para una casa de 70 metros cuadrados. Cuando se firmaron, en 1940, no llegaban a pagar 100 pesetas.
En este paseo, el arrendatario de un local comercial con 140 metros cuadrados pagaba en 1931, cuando se suscribió el contrato, 225 pesetas. Ahora, 62 años más tarde, abona 3.300 pesetas. La renta, según los precios de mercado, no debería bajar de las 210.000 pesetas.
En una zona rica, como el barrio de los Jerónimos, frente al Retiro, sucede lo mismo. En las ocho rentas estudiadas -sobre pisos de 100, 150, 180, 190, 190, 180, 180, 170, 180 metros cuadrados-, los inquilinos pagan 1.200, 1.500, 2.100, 3.100, 3.200, 6.500 y 10.500 pesetas, respectivamente.