Solchaga plantea un pacto salarial para tres años

El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, expuso ayer ante más de 200 empresarios la conveniencia de que patronal y sindicatos alcancen un pacto salarial a tres años. Insistía así en la idea clave del frustrado pacto de competitividad de 1991. El ministro dejó bien claro, sin embargo, que no es que "el Gobiemo haga una propuesta concreta, pero si alguien la lanzara, la estudiaría". Este pacto garantizaría la moderación salarial, pieza clave a juicio de Solchaga para conseguir un crecimiento sostenido y la creación de empleo.Solchaga se mostró ayer de nuevo optimista ante los empresa...

El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, expuso ayer ante más de 200 empresarios la conveniencia de que patronal y sindicatos alcancen un pacto salarial a tres años. Insistía así en la idea clave del frustrado pacto de competitividad de 1991. El ministro dejó bien claro, sin embargo, que no es que "el Gobiemo haga una propuesta concreta, pero si alguien la lanzara, la estudiaría". Este pacto garantizaría la moderación salarial, pieza clave a juicio de Solchaga para conseguir un crecimiento sostenido y la creación de empleo.Solchaga se mostró ayer de nuevo optimista ante los empresarios con respecto a las posibilidades de la economía española para integrarse en 1997 en la unión monetaria. Sólo el déficit le preocupa más: "La situación no es buena". Como alternativa planteó la necesidad de reconsiderar el papel del Estado, de forma que éste cubra prioritariamente aquellos servicios propios del poder público o a los que la iniciativa privada difícilmente acudiría, como la administración de justicia o el servicio exterior. Otros, como enseñanza o sanidad, podrían contar con mayor participación privada. En definitiva, se trata de dar prioridad a la utilización de unos recursos esca sos para evitar que la dispersión produzca ineficacia y dispare el gasto público, lo que agravaría el problema del déficit.

Solchaga anunció además que el Estado mantendrá el actual nivel de endeudamiento público -el 43% del producto interior bruto- hasta 1997, frente al tope del 60% decidido en la cumbre de Maastricht.

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