Crítica:

Gloria al taranto

III Festival por TarantosCante: Diego Clavel María Vargas, Chocolate, Rancapino, José Mercé, Calixto Sánchez. Toque: Fernando Rodríguez1, Manuel Palacín, Juan Habichuela, Nifio Jero, Curro de Jerez, Pedro Bacán. Baile: Lalo Tejada. Madrid, Club de Música y Jazz San

Juan Evangelista, 24 de enero.

El taranto, ese estilo de estirpe almeriense, que llevó la calentura a la sala fue el de Rancapino. El cantaor de Chiclana dio la vuelta a un cante que casi todos hacen en una línea melódica connatural a la gama de estilos levantinos, rompió la voz en un juego fascinante desde el grito pe...

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III Festival por TarantosCante: Diego Clavel María Vargas, Chocolate, Rancapino, José Mercé, Calixto Sánchez. Toque: Fernando Rodríguez1, Manuel Palacín, Juan Habichuela, Nifio Jero, Curro de Jerez, Pedro Bacán. Baile: Lalo Tejada. Madrid, Club de Música y Jazz San

Juan Evangelista, 24 de enero.

El taranto, ese estilo de estirpe almeriense, que llevó la calentura a la sala fue el de Rancapino. El cantaor de Chiclana dio la vuelta a un cante que casi todos hacen en una línea melódica connatural a la gama de estilos levantinos, rompió la voz en un juego fascinante desde el grito pelao a la pura caricia del susurro y se precipitó a tumba abierta en las profundidades de lo irremisiblemente jondo. Memorable y sobrecogedor.

El taranto de Calixto fue el más cerebral y ello se tradujo, al margen de su perfección formal, en un enfriamiento no siempre deseable. Los demás buscaron en el taranto un vehículo de expresión cantaora interesante.

Noche de siguiriyas, también. La voz cálida, tan cuajada de musicalidad, de María Vargas recordó el cante de su padre con tremenda emoción. Chocolate se fue al Reniego de Tomás Pavón, recargando quizá los tercios, en una noche -en que cantó con ganas e inspirado. El -dificilísimo cambio del señor Manuel Molina, en la voz de Diego Clavel, fue un cuchillo de angustia y dramatismo. Y Rancapino nos llevó de nuevo al límite enuna lección de cante que culminó con la estremecedora malagueña del Mellizo.

Noche de revelación madrileña para Lalo Tejada, inédita aquí. Interesa, sobre todo, su concepción estética, cuando eleva los brazos y se centra en ese baile de cintura para arriba que es la regla de oro del baile de mujer, de increíble belleza. Hay en esta criatura, sin duda, una interesantísima ballaora.

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