Varios ministros plantean al presidente la necesidad de frenar el déficit presupuestario

El aumento del déficit presupuestario por encima de las previsiones en el capítulo de los gastos sociales está originando una creciente preocupación en varios ministros, que lo califican como "el principal problema" en el horizonte del Ejecutivo junto al caso García Valverde y el conflicto de Hunosa. El presidente del Gobierno, Felipe González, no abre este debate por las reacciones que suscitaría en la Ejecutiva del PSOE y el grupo parlamentario.

El crecimiento del déficit presupuestario se está convirtiendo en una preocupación creciente "no sólo entre los ministros del área económica,...

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El aumento del déficit presupuestario por encima de las previsiones en el capítulo de los gastos sociales está originando una creciente preocupación en varios ministros, que lo califican como "el principal problema" en el horizonte del Ejecutivo junto al caso García Valverde y el conflicto de Hunosa. El presidente del Gobierno, Felipe González, no abre este debate por las reacciones que suscitaría en la Ejecutiva del PSOE y el grupo parlamentario.

El crecimiento del déficit presupuestario se está convirtiendo en una preocupación creciente "no sólo entre los ministros del área económica, sino entré aquéllos que tienen formación económica", según fuentes próximas al Gobierno. El Ejecutivo se encuentra con graves problemas de tesorería -Sanidad, por ejemplo, tiene deudas pendientes de liquidar del ejercicio de 1989 con las comunidades autónomas- y con un incremento de gastos sociales -como el desempleo- muy por encima de las previsiones presupuestarias.Un director general del área económica manifestaba ayer: "Hemos adquirido unos compromisos en materia social que sobrepasan el límite de lo que el aparato productivo de este país se puede permitir y, además, la Administración no es capaz de gestionar el gasto con eficacia". Tanto en materia de subsidio de desempleo como en el terreno sanitario se han disparado los gastos a causa de la ausencia de controles suficientes por parte de la Administración, dicen las mismas fuentes.

Efecto en las inversiones

"Lo peligroso de esta política es que podemos estar renunciando a modernizar el país, a hacer inversiones a largo plazo que generan ingresos en el futuro", señala esta misma fuente. Una muestra de esta situación la ofrece la propia cornisa cantábrica, el área más castigada por la crisis económica. Hace dos meses el secretario general del Partido Socialista de Euskadi-PSOE, Ramón Jáuregui, propuso al vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, en una reunión celebrada en Madrid, un plan genérico de revitalización de infraestructuras para toda la cornisa cantábrica. El vicepresidente del Gobierno contestó que el Ejecutivo no se podía comprometer a apoyarlo porque tenía "los presupuestos varados por la enorme carga de los costos sociales".El problema se acentúa tras los acuerdos alcanzados el pasado diciembre en Maastrich para la unión económica y monetaria, según las mismas; fuentes gubernamentales. El Ministerio de Economía tiene que presentar este mismo mes un plan de convergencia de la economía española con la europea. La reducción de la inflación es uno de los objetivos de esa convergencia. "Con presupuestos como los de este año el objetivo es imposible", añaden las mismas fuentes gubernamentales.

El único momento en que se planteó este debate en el Consejo de Ministros fue el pasado verano con motivo de la discusión presupuestaria, pero el malestar de algunos ministros a causa del recorte en sus áreas tapó lo que algunos sectores del Gobierno creen que es un debate ineludible en el futuro.

Estos sectores del Gobierno opinan que Felipe González no quiere afrontar este problema por los obstáculos que va a encontrar en el seno del Grupo Socialista y del partido.

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Las declaraciones del vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, el pasado 17 de diciembre, en las que se pronunciaba por solicitar medidas paralelas a la moderación salarial en el sentido de contener los beneficios si los empresarios no se "autorregulaban", iban en la misma dirección. Ello es también un síntoma de la sensibilidad del partido, según las mismas fuentes. Aquella intervención originó la réplica del vicepresidente, Narcís Serra, quien señaló que "más que poner límites a los beneficios, lo que conviene es dedicar el máximo,de riqueza a la inversión".

Mientras, el ministro de Sanidad, Julián García Valverde, ha decidido retomar la iniciativa tras el parón de actividad registrado en su ministerio desde mediados de noviembre, como consecuencia del estallido del escándalo Renfe.

Situación de García Valverde

El comité de dirección del ministerio decidió reanudar la actividad en una reunión celebrada anteayer. La consigna en el ministerio es "actuar como si no pasara nada". Pese a esta decisión, la situación del ministro sigue a la expectativa de las medidas que adopte en un futuro próximo González, que no ha dado muestras de alterarse por este problema.En el Gobierno existe en estos momentos una solidaridad personal bastante generalizada, hacia García Valverde, aunque las opiniones se dividen entre quienes creen que su gestión de las plusvalías, cuando presidía Renfe, fue errónea y los que opinan que el error se limitó a contratar a unos intermediarios fraudulentos.

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