Cartas al director

Extremeños

Mi opinión hace referencia a un artículo aparecido en EL PAÍS del domingo 24 de noviembre firmado por Juan de Sagarra. En él se intentaba hacer una crítica a la última obra de Els Joglars, Yo tengo un tío en América. Pues bien, la primera parte de dicho artículo, sin relación alguna con la obra citada, más bien parece una apología barata de un nacionalismo catalán mal entendido.En él se arremete contra los extremeños y se nos describe como "comedores de coco" (esos menesteres le correspondían a la Iglesia, no a los extremeños), o como "míticos adelantados extremeños" (cuando, aun...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Mi opinión hace referencia a un artículo aparecido en EL PAÍS del domingo 24 de noviembre firmado por Juan de Sagarra. En él se intentaba hacer una crítica a la última obra de Els Joglars, Yo tengo un tío en América. Pues bien, la primera parte de dicho artículo, sin relación alguna con la obra citada, más bien parece una apología barata de un nacionalismo catalán mal entendido.En él se arremete contra los extremeños y se nos describe como "comedores de coco" (esos menesteres le correspondían a la Iglesia, no a los extremeños), o como "míticos adelantados extremeños" (cuando, aunque orgullosos de esa parte de nuestra historia, nosotros no hemos mitificado nunca a los conciudadanos extremeños, y mucho menos lo ha hecho el resto de España), o como represores de los indígenas (señor mío, si ahora que tenemos decenas de organizacio-

Pasa a la página siguiente

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Viene de la página anterior

nes mundiales para preservar el respeto a los derechos humanos, éstos se violan hasta llegar a la barbarie y a sentirnos avergonzados de pertenecer a la raza humana, ¿cómo no se iban a cometer, atropellos hace cinco siglos a diez mil kilómetros de distancia?; de todas formas, el que eso fuese exclusiva de los extremeños me lo tiene que demostrar el señor De Sagarra).

Pero sobre todo se refiere a nosotros como "esos desgraciados ( ... ) que en la década de los cincuenta llegaron de Extremadura ( ... ) a Cataluña muertos de hambre". Tal vez hemos sido unos muertos de hambre durante toda la historia (aunque no unos desgraciados en el sentido peyorativo con que utiliza el señor De Sagarra el término), y por eso durante toda la historia nos hemos visto obligados a emigrar, aceptando la mísera vida que se nos ofrecía en otras regiones, ya que Extremadura siempre ha sido considerada como materia prima sin recibir nada a cambio.

No trate de empañar con un artículo vergonzoso la historia de esta tierra, porque por ahora es lo único que no nos han expoliado.- Ángel García y Manuel Caballero.

Archivado En