La reelección de Andrés Rodríguez

Los colorados han empezado a pronunciarse ya, de forma abierta a favor y en contra de la reelección del actual presidente, el general Andrés Rodríguez. Algunos colorados lo hacen a regañadientes, porque la reelección de Rodríguez pondría fin a sus propias aspiraciones presidenciales.

Abatidos por la derrota del 1 de diciembre, no faltan los opositores que ya ven a Rodríguez como un mal menor y lo consideran una opción más aceptable que alguno de los dirigentes colorados tradicionalistas, más reaccionarios que el actual presidente. Otros opositores han denunciado ya la maniobra de re...

Los colorados han empezado a pronunciarse ya, de forma abierta a favor y en contra de la reelección del actual presidente, el general Andrés Rodríguez. Algunos colorados lo hacen a regañadientes, porque la reelección de Rodríguez pondría fin a sus propias aspiraciones presidenciales.

Abatidos por la derrota del 1 de diciembre, no faltan los opositores que ya ven a Rodríguez como un mal menor y lo consideran una opción más aceptable que alguno de los dirigentes colorados tradicionalistas, más reaccionarios que el actual presidente. Otros opositores han denunciado ya la maniobra de reelegir a Rodríguez como una repetición de lo ocurrido con Stroessner y- ven en ello el inicio de una nueva variante de la dictadura estroesnista. Analistas políticos de oposición consideran que esto no es posible porque las circunstancias internas de Paraguay y el contexto internacional han variado de forma radical.

Entre las posibilidades que se barajan para dejar a Rodríguez en la presidencia más allá de 1993 figuran construcciones jurídicas de lo más variopinto para combinar el principio general de no reelección con la permanencia de Rodríguez. Unos se inclinan por incluir en la nueva Constitución el principio de no reelección, pero sólo para el futuro, sin afectar a la actual presidencia. Esto significa que Rodríguez podría presentarse en el 93, pero nunca más. Otra posibilidad que se maneja es la de considerar en una disposición transitoria que Rodríguez debería cumplir un mandato presidencial de cinco anos, hasta 1994, para completar el periodo de tiempo que debería haber gobernado el depuesto dictador Stroessner.