Israel pide más tiempo para reanudar el diálogo

Israel planteó inesperadamente ayer condiciones que ponen en peligro la reanudación del proceso de Madrid en Washington la próxima semana. El Gobierno israelí, que se resiste a hablar de paz con los árabes en territorio estadounidense, pidió más tiempo para estudiar la invitación que el secretario de Estado de EE UU, James Baker, cursó hace dos días con la esperanza de infundir vida a las negociaciones de paz en Oriente Próximo.

Estados Unidos desoyó en principio la petición israelí para que la reanudación de las conversaciones bilaterales se retrase del 4 al 9 de diciembre. "Sería inap...

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Israel planteó inesperadamente ayer condiciones que ponen en peligro la reanudación del proceso de Madrid en Washington la próxima semana. El Gobierno israelí, que se resiste a hablar de paz con los árabes en territorio estadounidense, pidió más tiempo para estudiar la invitación que el secretario de Estado de EE UU, James Baker, cursó hace dos días con la esperanza de infundir vida a las negociaciones de paz en Oriente Próximo.

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Estados Unidos desoyó en principio la petición israelí para que la reanudación de las conversaciones bilaterales se retrase del 4 al 9 de diciembre. "Sería inapropiado por nuestra parte cambiar esa fecha unilateralmente", declaró la portavoz del Departamento de Estado, Margaret Tutwiler. No obstante, dejó la puerta abierta a que la fecha se posponga por acuerdo de todas las partes.Más que otra cosa, la petición israelí tiene carácter simbólico. Israel quiere manifestar su disgusto por la manera con la que Baker está tratando de poner en marcha la segunda fase del proceso de Madrid. Los israelíes, que desean circunscribir las conversaciones de paz en el área del Mediterráneo oriental, propusieron un retraso de cinco días. En medios oficiales de Israel se propuso ayer la fecha del 9 de diciembre como prólogo al traslado de las futuras negociaciones en Oriente Próximo.

Un comunicado oficial del Gobierno de Isaac Shamir dice que Israel, además, pide que las conversaciones de Washington no se desarrollen simultáneamente con las tres delegaciones árabes (sirios, libaneses y jordano-palestinos) sino sucesivamente y con varios días de intervalo, informa desde Jerusalén.

Una fuente norteamericana dijo ayer a este periódico que la actitud israelí estaba poniendo a prueba la paciencia de Washington. "Sabemos que a pesar de los resquemores israelíes todos acudirán a Washington", dijo la fuente consultada telefónicamente en Washington. "Son ruidos que sobre todo denotan irritación, pero, a menos que surja alguna sorpresa, el diálogo continuará en Washington".

En medios cercanos al Gobierno de Shamir se intentaba ayer disipar las dudas acerca de la participación israelí. Había, de hecho, una clara intención de impedir que la posición israelí termine por dañar las relaciones especiales entre Washington y Tel Aviv.

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Un factor esencial en el esfuerzo por mantener la fluidez de la cooperación entre ambos países es el interés israelí por obtener los 10.000 millones de dólares en garantías de crédito, con los que Shamir quiere asegurar el futuro de la inmigración de judíos soviéticos.

La primera maniobra para tratar de impedir que esa ayuda termine por quedar definitivamente supeditada a la actitud israelí en el proceso de paz la dio el lunes el propio ministro de Finanzas de Israel, Isaac Modai, quien, en una entrevista con el Washington Post, propuso un calendario de tres años para eliminar la ayuda económica estadounidense hacia el Estado israelí, poniendo como prioridad la concesión de las garantías de crédito que permitirán a Israel absorber un millón de inmigrantes judíos hacia fines de esta década.

La parte árabe

De parte árabe, las objeciones israelíes a reanudar el proceso de Madrid el 4 de diciembre no provocaron mayor revuelo. Los palestinos ya han indicado su disposición a ir a Washington, y Siria, que busca mantener el proceso en Madrid, dio indirectamente apoyo a la iniciativa de Baker permitiendo al Gobierno libanés expresar su aceptación.

No faltaron, sin embargo, claras señales de que la postura israelí causa irritación entre los palestinos. Saed Barakat, miembro de la delegación palestina que acudió a la cita de Madrid, acusó al Gobierno de Israel de intentar obstruir el proceso de paz. La decisión -o mejor dicho, la indecisión de Israel-, agregó, constituye una afrenta al Plan Baker.

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