Carrera contra reloj en 1992

Muchos catedráticos de Derecho Penal creen que en la legislatura que, como más tarde, acabará en octubre de 1993, no dará tiempo a elaborar un nuevo Código Penal, con el debate, doctrinal y parlamentario, que requiere una ley como esa. En cambio, el ministro de Justicia, Tomás de la Quadra-Salcedo, optimista, tiene planeado un calendario que, de cumplirse, permitiría aprobar contra reloj el nuevo Código Penal a finales de 1992.Uno de esos catedráticos, Tomás S. Vives Antón, actual vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y miembro de la comisión de expertos que elaboró el borrador d...

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Muchos catedráticos de Derecho Penal creen que en la legislatura que, como más tarde, acabará en octubre de 1993, no dará tiempo a elaborar un nuevo Código Penal, con el debate, doctrinal y parlamentario, que requiere una ley como esa. En cambio, el ministro de Justicia, Tomás de la Quadra-Salcedo, optimista, tiene planeado un calendario que, de cumplirse, permitiría aprobar contra reloj el nuevo Código Penal a finales de 1992.Uno de esos catedráticos, Tomás S. Vives Antón, actual vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y miembro de la comisión de expertos que elaboró el borrador de 1990, es tajante: "No veremos nunca el Código Penal de la democracia, ni ahora ni en el año 2000". Su criterio es que "la democracia ya no es lo que era", entre otras razones por el embate del corporativismo y el relativismo cultural. "La parte progresiva del anteproyecto de 1983 se vino abajo", explica, "por la carencia de medios económicos y los ataques que recibió".

Por el contrario, el ministro de Justicia asegura que nos encontramos ante "un Código Penal enteramente nuevo que la sociedad quiere", y en el que se han aprovechado los textos sucesivos y las reformas parciales.

Reformas no rentables

Uno de los catedráticos que elaboró el texto de 1983, Francisco Muñoz Conde, muestra también su escepticismo por "lo que pudo haber sido y no fue". Afirma: "Quedé escaldado respecto a la voluntad de los políticos, cuando las reformas no son rentables". Las prisas de ahora "huelen", dice, "a golpe de estado sorpresa". Ironiza con la denominación degradada de los textos "proyecto de 1980, anteproyecto de 1983, borrador de 1990". Otro catedrático que elaboró los primeros textos, Enrique Gimbernat, asegura que no hay tiempo ya y que "un Código Penal exige una legislatura completa".Por el contrario, Quadra-Salcedo cree que hay tiempo suficiente para aprobarlo. El calendario previsto incluye la terminación de los retoques técnicos -en los que participan los también catedráticos Carlos García Valdés y Gonzalo Quintero- y la remisión del anteproyecto al CGPJ antes de finales de año. La fecha prevista por Quadra-Salcedo para enviarlo a las Cortes, tras recibir el informe y aprobar el proyecto en Consejo de Ministros, es el 1 de febrero.

La objeción de que el CGPJ necesitará más tiempo es contestada diciendo que el informe del CGPJ no es imprescindible. Respecto al necesario debate doctrinal, jurídico y universitario -como ocurrió con el anteproyecto de 1983-, la respuesta de Justicia es: "Se puede realizar durante el plazo de enmiendas en el Congreso de los Diputados, que seguramente se ampliará".

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