La importante labor que le espera a España
El Gobierno español, que ha participado desde el inicio en las gestiones en favor de un acuerdo para la paz en El Salvador, tendrá ahora una labor importante para consolidar lo pactado en Nueva York.El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, que se ha mantenido en contacto con ambas partes en los últimos días, opinó ayer en las Naciones Unidas que "el acuerdo conseguido no tiene marcha atrás". Expresó su "gran satisfacción" por el hecho de que se haya conseguido poner fin "a la última gran guerra de América Latina".
Para colaborar en este proceso, España es uno de l...
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El Gobierno español, que ha participado desde el inicio en las gestiones en favor de un acuerdo para la paz en El Salvador, tendrá ahora una labor importante para consolidar lo pactado en Nueva York.El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, que se ha mantenido en contacto con ambas partes en los últimos días, opinó ayer en las Naciones Unidas que "el acuerdo conseguido no tiene marcha atrás". Expresó su "gran satisfacción" por el hecho de que se haya conseguido poner fin "a la última gran guerra de América Latina".
Para colaborar en este proceso, España es uno de los principales integrantes de las fuerzas de las Naciones Unidas para El Salvador (ONUSAL), que tienen ya instalados siete puntos de observación en varios lugares del territorio de aquel país.
Francisco Fernández Ordóñez manifestó ayer que el Gobierno tiene "disponibilidad para ayudar en la postguerra conforme sea necesario", incluido con el envío de las tropas de vigilancia que la ONUSAL considere necesarias.
Las fuerzas de las Naciones Unidas serán necesarias desde el momento en que las dos partes en conflicto precisen los términos de un alto el fuego. Por ahora no se ha hablado de la entrega de las armas por parte de la guerrilla, lo que sólo ocurrirá al final de todo el proceso de pacificación.
El representante español en Naciones Unidas, Juan Antonio Yáñez, ha actuado, junto a sus colegas de México, Venezuela y Colombia, como mediador durante los nueve días que duraron las negociaciones en Nueva York entre el gobierno salvadoreño y la guerilla, bajo los auspicios del secretario general de la ONU Javier Pérez de Cuéllar. Esos cuatro países constituyen lo que se llama el grupo de amigos del secretario general, que ha promovido el diálogo durante más de un año.