Cartas al director

Monumento a Calvo Sotelo

Por razón de nuestra profesión de abogados pasamos casi cotidianamente por la plaza de Castilla, sede de los juzgados penales y de instrucción, y por ello nos ha llamado la atención la noticia del inminente restablecimiento en aquel lugar del monumento a Don José Calvo Sotelo.No se trata de que el ministro de la dictadura de Primo de Rivera y posterior dirigente del Partido reaccionario Renovación Española no merezca un monumento o recordatorio en Madrid. Fue un gran jurista, impulsó reformas administrativas y fiscales de alcance y nadie ha puesto en cuestión su valentía y honradez pers...

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Por razón de nuestra profesión de abogados pasamos casi cotidianamente por la plaza de Castilla, sede de los juzgados penales y de instrucción, y por ello nos ha llamado la atención la noticia del inminente restablecimiento en aquel lugar del monumento a Don José Calvo Sotelo.No se trata de que el ministro de la dictadura de Primo de Rivera y posterior dirigente del Partido reaccionario Renovación Española no merezca un monumento o recordatorio en Madrid. Fue un gran jurista, impulsó reformas administrativas y fiscales de alcance y nadie ha puesto en cuestión su valentía y honradez personal. Sin embargo, también fue uno de los artífices de la violencia y la crispación de la primavera de 1936 que llevaron a una guerra civil donde centenares de miles de españoles serían tan vilmente asesinados como él.

En cualquier caso, ni su dimensión histórica ni su significación política en orden a los valores de pluralismo y convivencia justifican que uno de los lugares más representativos de la ciudad, donde tendría sentido un monumento a Carlos III, a Cervantes o una alegoría de Castilla, que da nombre a la plaza, esté dedicado a un personaje del que la inmensa mayoría de los jóvenes madrileños sólo saben que se llama igual que otro -su sobrino, Leopoldo- más reciente (y afortunadamente más moderado). Su lugar podría estar en los Nuevos Ministerios, junto a las estatuas de Prieto o Largo Caballero (y también de Franco).

En cuanto a la relevancia artística del monumento, ni su escasa originalidad lo hará pasar a la historia ni su simbolismo, (un Calvo Sotelo de parecido remoto rompiendo unas cadenas, como un rey Sancho de infantería) es ciertamente adecuado. ¿Se está a tiempo aún de evitarlo?-

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