Una financiación en discusión

La Generalitat se siente discriminada financieramente respecto a las dos comunidades de régimen foral -País Vasco y Navarra- y a los fondos per cápita que reciben las autonomías de régimen común con similar techo de competencias que el catalán.El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha descartado en numerosas ocasiones reivindicar el modelo de concierto económico o cupo que rige para el País Vasco y Navarra, pero ha reclamado la gestión del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En la práctica, esta petición pretende reducir la dependencia de la Generalitat de los...

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La Generalitat se siente discriminada financieramente respecto a las dos comunidades de régimen foral -País Vasco y Navarra- y a los fondos per cápita que reciben las autonomías de régimen común con similar techo de competencias que el catalán.El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha descartado en numerosas ocasiones reivindicar el modelo de concierto económico o cupo que rige para el País Vasco y Navarra, pero ha reclamado la gestión del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En la práctica, esta petición pretende reducir la dependencia de la Generalitat de los presupuestos del Estado y acercar la financiación por habitante recibida a la que disfrutan los regímenes forales.

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Según señalan datos de la Generalitat, tres de las cuatro autonomías no forales que tienen un techo de competencias similar al catalán están por encima de Cataluña en recursos recibidos por habitante. Para este año, la Generalitat estima que recibirá 74.410 pesetas por habitante, frente a 79.179 pesetas el conjunto de las comunidades con el mismo régimen de competencias y 140.879 el País Vasco.

Cataluña recibió 61.449 pesetas per cápita en el ejercicio de 1989, último liquidado, frente a 69.194 pesetas, Andalucía; 80.342, Canarias; 66.878, Galicia y 55.617, Valencia.

A 12 años vista de la firma del Estatuto de autonomía y a cinco de la puesta en funcionamiento del nuevo sistema de financiación autonómica, el presupuesto de la Generalitat continúa dependiendo en un tercio de sus ingresos de las transferencias que recibe del Estado.

El proyecto de presupuestos para 1991 enviado al Parlamento catalán por el Gobierno autónomo prevé unas transferencias de la Administración central por valor de 314.779 millones de pesetas, frente a un presupuesto total de 1,1 billones de pesetas.

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En el último trienio, sin embargo, la Generalitat ha logrado disminuir su dependencia del presupuesto estatal gracias al aumento de los tributos cedidos y propios. Aunque la ley autoriza a la Generalitat para establecer nuevos impuestos, sólo ha creado los impuestos sobre el bingo y las máquinas tragaperras. El grueso del incremento de ingresos no ligados al Estado procede del aumento de la recaudación por los tributos cedidos: Sucesiones, Transmisiones Patrimoniales y, especialmente, Patrimonio.

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