La Administración recorta en un 80% la ayuda a las revistas culturales

Peligran numerosas publicaciones

Una parte importante de las revistas culturales españolas está en peligro de desaparición si se confirma el recorte presupuestario en las subvenciones prometidas en los años 1989 y 1990 por la Dirección General de Medios de Comunicación Social del Ministerio de Relaciones con las Cortes. Este recorte alcanza el 80% en 1990 y el 100% en el caso de 1989, según Alberto López, secretario de la junta de la Asociación de Revistas Culturales (ASEI), entidad que agrupa a 44 publicaciones de toda España.

Estas subvenciones se concedían desde 1985 en una cantidad global no determinada previamente...

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Una parte importante de las revistas culturales españolas está en peligro de desaparición si se confirma el recorte presupuestario en las subvenciones prometidas en los años 1989 y 1990 por la Dirección General de Medios de Comunicación Social del Ministerio de Relaciones con las Cortes. Este recorte alcanza el 80% en 1990 y el 100% en el caso de 1989, según Alberto López, secretario de la junta de la Asociación de Revistas Culturales (ASEI), entidad que agrupa a 44 publicaciones de toda España.

Estas subvenciones se concedían desde 1985 en una cantidad global no determinada previamente, pero que en años anteriores oscilaba en torno a los 400 millones de pesetas. Esta cifra se ha reducido ahora a 120 millones de pesetas, que incluyen tanto las subvenciones prometidas en 1989 como las de 1990."Para muchas revistas privadas ya fue un problema no tener esta subvención en 1989, pero con la promesa de que se sumaría ésta a la de 1990 algunas pidieron créditos o desplazaron los pagos para más adelante", explica López. "La reducción drástica de las cantidades previstas provocará el cierre de algunas revistas y afectará al funcionamiento del resto". Los miembros de la ASEI amenazados por los recortes se reunieron el pasado día 20 en Madrid y acordaron hacer público su descontento y presionar para que el ministerio reconsidere su decisión.

Carmen Martínez, directora de la revista De libros, subrayó que la cuestión de si las revistas culturales deben o no ser subvencionadas "es, en todo caso, un debate social que no debe resolverse un unilateralmente, sin aviso a los afectados y, lo más grave, con efectos retroactivos". "La discusión más dramática aquí no es sobre la necesidad o no de estas ayudas sino sobre el hecho de que no se darán unas subvenciones que se habían prometido", añade Enric Aragonés, director de Dirigido por. Esta revista, según Aragonés, verá afectado su funcionamiento.

"El problema es que el recorte viene a sumarse a la crisis de publicidad que arrastramos las revistas culturales y la prensa en general desde la guerra del Golfo", indica Magadalena Mora, directora de redacción de Revista de Occidente, publicación afectada pero cuyo futuro parece asegurado. El sector también sufre la competencia de las revistas culturales que editan las diferentes administraciones con todo tipo de medios.

"La Administración está revelando una gran insensibilidad con los temas culturales que no son de escaparate", indica José Antonio Gabriel y Galán, director de El urogallo. Gabriel y Galán asegura que su revista no corre peligro por ahora: "Va más desahogada que otras y podremos mantenerla". También se mantendrán sin muchos problemas las revistas A & V monografías de Arquitectura y Vivienda y Arquitectura Viva, que habían solicitado la subvención por primer año. El caso de Lápiz es diferente. Según su director, Alberto López "este recorte nos afecta gravemente a medio plazo, sobre todo porque la revista tiene ya diez años y habíamos iniciado la expansión internacional con una edición en inglés".

Para López, las ayudas a las revistas culturales son imprescindibles porque por propia definición son minoritarias y especializadas, pero podrían canalizarse también mediante otras vías, como las subscripciones por parte de las bibliotecas públicas, o, por ejemplo, la reducción de costes de franqueo en Correos. Para López, lo ideal sería que fuera el Ministerio de Cultura el que se encargara de gestionar estas ayudas, al igual que hace con otras manifestaciones culturales minoritarias como la ópera, el teatro o el mismo cine español.

El ministerio reconocía en el Boletín Oficial del Estado de 25 de febrero de 1991 "Ia necesidad de unas ayudas estatales al sector. de las publicaciones periódicas de pensamiento y cultura".

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