Cartas al director

Los obispos catalanes

A propósito de las demandas del derecho de autodeterminación para Cataluña en las hojas parroquiales de Solsona, Tarragona y Vic, y en las declaraciones de sus obispos, conviene sacar a la luz el potencial receptivo del marco en el que se localizan.De acuerdo con los resultados de la Encuesta Europea de Valores (Fundación Santa María: Los nuevos valores de los españoles), las tres nacionalidades históricas (Galicia, Euskadi y Cataluña) se configuran como las que menos valoran a la Iglesia como tal institución y las que menos creen que esté dando una respuesta adecuada a las necesidades...

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A propósito de las demandas del derecho de autodeterminación para Cataluña en las hojas parroquiales de Solsona, Tarragona y Vic, y en las declaraciones de sus obispos, conviene sacar a la luz el potencial receptivo del marco en el que se localizan.De acuerdo con los resultados de la Encuesta Europea de Valores (Fundación Santa María: Los nuevos valores de los españoles), las tres nacionalidades históricas (Galicia, Euskadi y Cataluña) se configuran como las que menos valoran a la Iglesia como tal institución y las que menos creen que esté dando una respuesta adecuada a las necesidades del individuo y los problemas sociales del país, Pero, de las tres, es Cataluña la que menos confianza muestra en la institución de la Iglesia.

Y es que la catalana es probablemente la sociedad más secularizada del Estado, desde hace más tiempo que la vasca, por ejemplo. Esta última todavía tiene caliente en su recuerdo el papel de la Iglesia y el de la práctica religiosa. La catalana no, la catalana ya llevó a cabo la transición secularizante de su nacionalismo (y quizá de algunos aspectos de su Iglesia también).

Este distinto talante hace que sí se produzcan diferencias en cuanto a lo que se espera y se permite de la voz de la Iglesia. Y aquí los vascos le dan más voz a la Iglesia que los catalanes. Estos últimos están entre los que menos creen apropiado que la Iglesia hable de algunos temas (de la homosexualidad, por ejemplo). Pero, sobre todo, se significan por ser los que menos creen apropiado que la Iglesia hable de "la política del Gobierno", mientras que los vascos son los que más lo creen apropiado. Se trata de la diferencia añadida entre una sociedad políticamente más desmovilizada, la catalana, y otra, la vasca, altamente movilizada. Por todo esto pienso que muy probablemente fuera de Cataluña le estemos atribuyendo a esas hojas parroquiales una importancia o influencia social mayor que la que realmente estén teniendo entre la propia población catalana.-

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