Cartas al director

España pobre

Es sobrecogedor haber visto por televisión el estado en que se encuentran las poblaciones rurales de Galicia y de Extremadura. Avergüenza que esto ocurra en una España que está jugando a país rico, dando ayudas de dinero a otros pueblos, pero nada a los nuestros: comunidades empobrecidas a las que les extraen todo el jugo, sin revertir nada en ellas a la hora de bien repartir.Todos esos billones que se están gastando en los grandes acontecimientos del 92 se emplean en la mitad este de España: la otra mitad oeste no participa, como si no existiera. Ni siquiera para que le tapen sus miserias, po...

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Es sobrecogedor haber visto por televisión el estado en que se encuentran las poblaciones rurales de Galicia y de Extremadura. Avergüenza que esto ocurra en una España que está jugando a país rico, dando ayudas de dinero a otros pueblos, pero nada a los nuestros: comunidades empobrecidas a las que les extraen todo el jugo, sin revertir nada en ellas a la hora de bien repartir.Todos esos billones que se están gastando en los grandes acontecimientos del 92 se emplean en la mitad este de España: la otra mitad oeste no participa, como si no existiera. Ni siquiera para que le tapen sus miserias, por si a algún visitante se le ocurriera asomarse por allá.

Con todos esos dineros, ¡cuánto se podría hacer por esas aldeas olvidadas, llevándoles luz, teléfono, agua corriente y caminos transitables! Y hasta algún dispensarlo médico. Y hasta alguna escuela. Eso sí sería fantástico: que nuestras buenas gentes se sintieran ciudadanos de un mundo civilizado, pudiendo despertar de esa horrible pesadilla en que transcurre su vida.-

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