La policía italiana abre fuego contra refugiados que pretendían huir

La policía italiana disparó ayer noche en Bari contra miles de refugiados albaneses que, encerrados en un estadio de fútbol para ser deportados, se revolvieron contra las fuerzas de seguridad e intentaron evitar la deportación. Los empleados del hospital de Bari dijeron que tres refugiados habían ingresado procedentes del estadio con heridas de bala. Dos de ellos -con heridas en el pecho y el abdomen- se encontraban en estado grave. En el puerto albanés de Durres, un albanés murió por disparos de la policía y otra persona fue acuchillada en el barco. Las fuerzas de seguridad, por su parte, ase...

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La policía italiana disparó ayer noche en Bari contra miles de refugiados albaneses que, encerrados en un estadio de fútbol para ser deportados, se revolvieron contra las fuerzas de seguridad e intentaron evitar la deportación. Los empleados del hospital de Bari dijeron que tres refugiados habían ingresado procedentes del estadio con heridas de bala. Dos de ellos -con heridas en el pecho y el abdomen- se encontraban en estado grave. En el puerto albanés de Durres, un albanés murió por disparos de la policía y otra persona fue acuchillada en el barco. Las fuerzas de seguridad, por su parte, aseguraron que habían disparado al aire después de que los albaneses comenzaran a lanzar piedras contra ellos. Los refugiados abrieron por la fuerza las pesadas puertas de acero del estadio, ya en desuso, y avanzaron hacia las líneas de policía para inmediatamente ser forzados de nuevo a entrar dentro del estadio por las fuerzas de seguridad.Diez policías fueron llevados al hospital, algunos de ellos con heridas en la cabeza. "Tuvimos que disparar. Sino nos hubieran matado. No vieron la expresión de sus rostros y su mirada", decía un joven policía.

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Giuseppe Bersaglia, el conductor de una de las ambulancias que llevaron a dos de los albaneses heridos al hospital, aseguró que se habían registrado disparos dentro del estadio antes de la revuelta.

El tercer albanés fue sacado del estadio después de los enfrentamientos. El gobernador civil de Bar¡ dijo que había pedido refuerzos y que 250 soldados estarán disponibles cuando la policía entrara en el estadio esta mañana. Helicópteros con luces iluminaron el estadio en donde más de 7.000 refugiados pasaban la noche a la intemperie. Los esfuerzos para proporcionarles alimentos se interrumpieron cuando estalló el conflicto.

Jóvenes albaneses concentrados en las gradas superiores lanzaron piedras contra las fuerzas dé la policía que perseguía reducir a los refugiados que intentaban salir del estadio.

La revuelta empezó cuando las autoridades italianas en la costa empezaron a embarcar de vuelta a los 10.000 refugiados que hacía apenas unas horas habían entrado en un puerto del sureste italiano a bordo de una fragata albanesa. Estaba previsto que un C-130 Hércules de la fuerza aérea italiana despegase esta madrugada de Bari hacia Tirana con 60 refugiados y 30 escoltas de seguridad. Las autoridades italianas han anunciado que se establecerá un puente aéreo con Albania para una masiva repatriación.

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