Israel descarta la paz inmediata con sus vecinos

El primer ministro israelí, Isaac Shamir, no cuenta ni tiene previsto alcanzar de inmediato la paz con sirios, jordanos, palestinos y libaneses en las negociaciones directas y bilaterales desarrolladas con los vecinos árabes de Israel. La principal dificultad será la de conciliar lo irreconciliable: la exigencia árabe de ver a Israel retirarse de todos los territorios árabes ocupados en 1967, a cambio de la paz, y la negativa israelí de renunciar, como dice Shamir, "aunque sólo sea a una parcela de las tierras de la patria".Además, el Gobierno de Israel defiende una estrategia de negociación p...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El primer ministro israelí, Isaac Shamir, no cuenta ni tiene previsto alcanzar de inmediato la paz con sirios, jordanos, palestinos y libaneses en las negociaciones directas y bilaterales desarrolladas con los vecinos árabes de Israel. La principal dificultad será la de conciliar lo irreconciliable: la exigencia árabe de ver a Israel retirarse de todos los territorios árabes ocupados en 1967, a cambio de la paz, y la negativa israelí de renunciar, como dice Shamir, "aunque sólo sea a una parcela de las tierras de la patria".Además, el Gobierno de Israel defiende una estrategia de negociación por etapas. En este sentido, la primera fase concluiría con el logro de acuerdos interinos que tendrían como contrapartida no la paz, pero sí el fin de la guerra entre Israel y sus vecinos árabes.

Más información

Este tipo de estrategia gradual permitiría romper el hielo, superar la desconfianza recíproca y llegar a unos resultados tangibles de forma bastante rápida. De todas formas, por lo que se refiere a los territorios de CisJordania y Gaza, los palestinos han dado su visto bueno al secretario de Estado norteamericano, James Baker, para negociar un principio de acuerdo interino que prevé, en una primera fase, un régimen de autonomía.

Al término de los tres años de autonomía, según dicho plan, comenzarían las negociaciones para definir el estatuto final de Cisjordanía y Gaza, incluido el estatuto de Jerusalén Este (tal como está previsto en los acuerdos de Camp David).

El Gobierno de Isaac Shamir está preparado para firmar este acuerdo interino a cambio de un tratado sobre la no beligerancia firmada por la delegación jordano-palestina. Jordania, en el marco del fin del estado de guerra, ejercería la vigilancia para evitar infiltraciones terroristas en Israel, a lo largo de su frontera común. Por su parte, los palestinos se comprometerían a poner fin a la Intifada y a los atentados terroristas.

El fin del estado de guerra prevé que Israel detenga las incursiones militares en el sur del Líbano, al norte de la zona de seguridad. Por su lado, Líbano se comprometería a desarmar todas las milicias terroristas, palestinas y shiíes (Hezbolá, Yihad Islámica, etcétera) que atacan periódicamente la zona de seguridad y las aldeas israelíes situadas en el norte del país.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Si al cumplirse los tres años de transición el Ejército libanés ha demostrado que es capaz de asegurar el orden y la tranquilidad en el sur de Líbano, a lo largo de la frontera con Israel, el Gobierno de Tel Aviv aceptará liquidar la zona de seguridad y retirar sus fuerzas del territorio libanés a cambio de un tratado de paz entre los dos países y a condición de que las fuerzas sirias se retiren también del territorio libanés.

El fin de la beligerancia sirio-israelí se basaría en una retirada parcial de las fuerzas israelíes de los altos del Golán y la desmilitarización, bajo supervisión de la ONU, de los territorios evacuados por Israel. La ventaja para Shamir sería que, en el marco de dichos acuerdos interinos, no se verá obligado a abandonar ni la más mínima parcela de Cisjordania, Gaza y el sur de Líbano durante al menos tres años, es decir, durante su mandato. Después, todo pasará a depender del deseo de su sucesor en el Gobierno.

La evacuación de una parte del Golán, incluso allí donde no hay colonos judíos, no será fácil de aceptar por parte del Gobierno y del Parlamento. Sin embargo, Shamir es optimista. El Golán, colonizado por los Gobiernos laboristas, realmente no forma parte del Eretz-Israel, el Israel bíblico que reclama el Likud. Y los laboristas no se atreverán a oponerse a que se dé un paso hacia la paz. [Dos palestinos sospechosos de ser "colaboracionistas" de Israel fueron hallados ayer muertos, acribillados a, balazos, en la localidad de Qabatya, en el norte de la CísJordanla ocupada, según France Presse].

Archivado En