Castro intenta demostrar que puede resistir

El régimen de Fidel Castro se atrinchera en los juegos Panamericanos intentando demostrar al resto mundo su capacidad de resistencia frente a la presión exterior y la crisis económica que azota a la isla y cierta dosis de moral se extiende a modo de satisfacción entre los principales dirigentes de¡ país. La reciente cumbre de Guadalajara, que permitió a Fidel Castro sostener conversaciones con una decena de jefes de Estado, y los Juegos Panamericanos, que se inaugurarán el próximo 4 de agosto, han sido un respiro político que contrasta con la triste realidad de una población en apuros.

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El régimen de Fidel Castro se atrinchera en los juegos Panamericanos intentando demostrar al resto mundo su capacidad de resistencia frente a la presión exterior y la crisis económica que azota a la isla y cierta dosis de moral se extiende a modo de satisfacción entre los principales dirigentes de¡ país. La reciente cumbre de Guadalajara, que permitió a Fidel Castro sostener conversaciones con una decena de jefes de Estado, y los Juegos Panamericanos, que se inaugurarán el próximo 4 de agosto, han sido un respiro político que contrasta con la triste realidad de una población en apuros.

Castro se trasladó ayer a Matanzas, a 150 kilómetros de La Habana, donde dirigió un mensaje al país con motivo del 38 aniversario del asalto al cuartel del Moncada, acompañado por Nelson Mandela, presidente del Congreso Nacional Africano, quien visita desde el jueves Cuba.La conmemoración del Moncada se realiza un día después de inaugurar Castro el estadio para los juegos Panamericanos, en un acto retransmitido en directo a todo el país. Mientras tanto, las desiertas avenidas de La Habana aparecen hoy pobladas por más de 300.000 bicicletas. La crisis con España, que estuvo a punto de alterar unas relaciones que ni siquiera el franquismo cuestionó, está ya superada.

Castro ha podido reunir en pocos días todo lo que no logró en un año. Desde que hace ocho meses anunciara la puesta en marcha de la bicicleta como método alternativo de transporte para ahorrar energía, las calles de La Habana se han ido poblando progresivamente de este tipo de máquinas a pedal.

Pero lo que verdaderamente acapara la atención, alentado por las dos cadenas de televisión y por la poderosa propaganda estatal, es el acontecimiento deportivo que se iniciará el 4 de agosto y que va a permitir durante 22 días reunir sobre territorio cubano a todos los atletas del continente, incluido el equipo de Estados Unidos. Cuba se comprometió a la organización de los Juegos Panamericanos en 1988 y lo cumplió pese a que le ha supuesto el mayor quebradero decabeza económico de las últimas dos décadas.

Tanto la villa olímpica como todas las instalaciones 3 escenarios deportivos que albergarán a los Juegos, han absorbido no sólo la mano de obra total del sector de la construcción sino todo el cemento disponible en el país. La villa olímpica ya inaugurada es un conjunto arquitectónico compuesto por 55 edificios, 53 de ellos dedicados a alojamiento con un total de 1.473 apartamentos. También se ha levantado una nueva terminal de pasajeros en el aeropuerto Martí.

La cadena ABC, a pesar del bloqueo de Estados Unidos, se encargará de retransmitir el evento y de explotar su difusión. Castro, cuando conoció el veto norteamericano a cualquier operación comercial sobre la retransmisión, le cedió gratuitamente a ABC los derechos, si bien se supone que esta cadena de televisión tendrá que buscar fórmulas indirectas para efectuar los pagos extraordinarios si no quiere crearse problemas con el departamento del Tesoro.

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Guadalajara primero, Mandela ahora y los Juegos durante gran parte del mes de agosto constituyen, por otra parte, un elemento de distracción con que se enfrenta la isla caribeña: la creciente falta de alimentos básicos y productos de primera necesidad. Pese a que es rigurosamente cierto que hoy día en La Habana todo el mundo come y no existe el mínimo indicio de mendicidad, es clarividente también que la austeridad de antaño se ha convertido ya en un punto de referencia de lujo frente a los problemas de desabastecimiento con los que se enfrenta a diario y a duras penas la población.

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