La defensa de los límites exteriores, objetivo primordial de Liubliana
M. T. El objetivo principal del Gobierno esloveno, independiente de Yugoslavia desde el 25 de junio, era ayer la defensa de sus fronteras con Italia, Hungría y Austria para demostrar así los límites territoriales del autoproclamado nuevo Estado soberano e independiente.
El día en que toda Eslovenia se preparaba para los grandes festejos de la independencia, la cúpula eslovena luchaba por demostrar al mundo exterior que Eslovenia ya no era Yugoslavia y por tanto sus confines no eran los yugoslavos.
Para tal fin, fue reforzado el personal policial y militar en los puestos fronteriz...
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M. T. El objetivo principal del Gobierno esloveno, independiente de Yugoslavia desde el 25 de junio, era ayer la defensa de sus fronteras con Italia, Hungría y Austria para demostrar así los límites territoriales del autoproclamado nuevo Estado soberano e independiente.
El día en que toda Eslovenia se preparaba para los grandes festejos de la independencia, la cúpula eslovena luchaba por demostrar al mundo exterior que Eslovenia ya no era Yugoslavia y por tanto sus confines no eran los yugoslavos.
Para tal fin, fue reforzado el personal policial y militar en los puestos fronterizos y en algunos fue posible añadir los nuevos carteles e izar la bandera. Sin embargo, las Fuerzas Armadas yugoslavas no permanecieron quietas: en Vrhnika y Maribor, dos importantes cuarteles militares, el Ejército elevó su disponibilidad de combate. Simultáneamente, varios convoyes fueron enviados hacia las fronteras. Se especulaba con un posible cierre de los pasos fronterizos menores y la conservación sólo de los principales.
Civiles y efectivos policiales eslovenos intentaron cerrar el paso del Ejército y de ahí que varias carreteras fueran ayer bloqueadas y cerradas a la circulación. El Gobierno federal ordenó al mismo tiempo el cierre de dos de los tres aeropuertos civiles eslovenos.
Independencia ilegal
En la noche del martes el Gobierno federal ordenó el control de las fronteras exteriores yugoslavas y declaró la ilegalidad de la proclamación de la independencia eslovena. Días antes, de la proclamación, el primer ministro Ante Markovic, cuyo Gobierno se volvió a reunir ayer, sostuvo que se abstendría del uso de la fuerza.
Por otra parte, el poder federal envió a sus propios aduaneros a los puestos fronterizos para asegurar que las aduanas fueran recaudadas para la caja federal y no para la eslovena. Los aduaneros federales, físicamente presentes en las casetas, esperaban órdenes para actuar.