El Rey alienta al presidente de Túnez a que siga la democratización

El rey Juan Carlos alentó ayer al presidente de Túnez, Zin Ben Alí, a que prosiga y acentúe la tímida apertura política que inició en 1987, cuando asumió el poder tras derrocar al "padre de la patria", Habib Burguiba, pero que ahora parece paralizada porque el Gobierno tunecino concentra su esfuerzo en luchar contra el movimiento islamista que, según anunció la semana pasada, ha llegado incluso a fomentar un compló en el que participaban un centenar de militares."España contempla con simpatía", afirmó el Rey en la cena de gala que ofreció a su huésped en el palacio de Oriente, "los esfuerzos r...

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El rey Juan Carlos alentó ayer al presidente de Túnez, Zin Ben Alí, a que prosiga y acentúe la tímida apertura política que inició en 1987, cuando asumió el poder tras derrocar al "padre de la patria", Habib Burguiba, pero que ahora parece paralizada porque el Gobierno tunecino concentra su esfuerzo en luchar contra el movimiento islamista que, según anunció la semana pasada, ha llegado incluso a fomentar un compló en el que participaban un centenar de militares."España contempla con simpatía", afirmó el Rey en la cena de gala que ofreció a su huésped en el palacio de Oriente, "los esfuerzos renovadores que se están realizando bajo su impulso personal ( ... ) para el pleno desarrollo de un sistema de democracia pluralista, mediante la creación de mecanismos concretos favorecedores del respeto a los derechos humanos y a las libertades públicas".

Con la cena concluyó la primera jornada de estancia en Madrid de Ben Alí, que inició su primera visita de Estado a España a mediodía. A esa hora fue recibido en el palacio de El Pardo, donde se hospeda, por los Reyes, y a continuación acudió al palacio de la Zarzuela, para almorzar en privado con sus anfitriones.

Por la tarde, el presidente del Gobierno, Felipe González le hizo una visita de cortesía, y hoy a mediodía mantendrán una conversación más a fondo.

El rey desarrolló en su discurso las conocidas preocupaciones de la diplomacia española. "La prosperidad de los pueblos de la orilla norte es inseparable del bienestar de las naciones de la orilla sur" del Mediterráneo, y arenglón seguido presentó a España como país valedor, en el seno de la Comunidad Europea, "de las aspiraciones de los países magrebíes".

El Rey aprovechó la ocasión para recordar el proyecto español de exportar al conjunto del Mare Nostrum la fructífera experiencia de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE).

Como es tradicional ante los huéspedes árabes, abogó por la satisfacción de las justas aspiraciones" del pueblo palestino, que deben ser compatibles con el derecho de Israel a vivir en seguridad. "No se puede dejar pasar esta ocasión especialmente favorable para hacer avanzar la causa de la paz en una región atormentada", concluyo don Juan Carlos.

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