El interés político de Bush y la presion a su aliado

El presidente norteamericano, George Bush, que quiere ser reelegido en 1993, tiene necesidad de un espectacular éxito diplomático en Oriente Próximo para compensar el hecho de que permitiera la supervivencia política de Sadam Husein y el calvario sufrido por los refugiados kurdos.Se comienzan a apreciar ya en Israel los primeros signos de la presión ejercida desde el poder político de su gran aliado. David Obey, presidente del Comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes, y Robert Dole, jefe de la minoría republicana en el Senado, han dirigido sendas advertencias a Israel. Se trata d...

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El presidente norteamericano, George Bush, que quiere ser reelegido en 1993, tiene necesidad de un espectacular éxito diplomático en Oriente Próximo para compensar el hecho de que permitiera la supervivencia política de Sadam Husein y el calvario sufrido por los refugiados kurdos.Se comienzan a apreciar ya en Israel los primeros signos de la presión ejercida desde el poder político de su gran aliado. David Obey, presidente del Comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes, y Robert Dole, jefe de la minoría republicana en el Senado, han dirigido sendas advertencias a Israel. Se trata de reducir la ayuda económica en la misma proporción que los fondos para la colonización judía en los territorios ocupados.

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Se habla incluso de no conceder nuevas garantías para los créditos solicitados por Israel (unos 2.000 millones de dólares), sin los cuales la integración de centenares de miles de nuevos emigrantes judíos de la URSS es imposible.

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