Crítica:MÚSICA

Sonidos iberoamericanos

La desatención de nuestras orquestas a la música iberoamericana resulta escandalosa. Con datos en la mano, no contabilizaríamos en el haber de la Orquesta Nacional sino un par de docenas de ejecuciones de obras pertenecientes a una docena de autores. Por lo mismo, hay que celebrar el programa dirigido esta semana a la ONE por José Ramón Encinar y dedicado a Ginastera, Chávez, Villalobos y Rodolfo Halffter, madrileño mexicano a causa de la guerra, como Bautista se argentinizó y Gerhard se britanizó.La Obertura festiva, de 1952, es el adiós, o tino de los adioses, de Rodolfo al halffteris...

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La desatención de nuestras orquestas a la música iberoamericana resulta escandalosa. Con datos en la mano, no contabilizaríamos en el haber de la Orquesta Nacional sino un par de docenas de ejecuciones de obras pertenecientes a una docena de autores. Por lo mismo, hay que celebrar el programa dirigido esta semana a la ONE por José Ramón Encinar y dedicado a Ginastera, Chávez, Villalobos y Rodolfo Halffter, madrileño mexicano a causa de la guerra, como Bautista se argentinizó y Gerhard se britanizó.La Obertura festiva, de 1952, es el adiós, o tino de los adioses, de Rodolfo al halffterismo neoclásico, neocastizo y sutilmente hispanista. Vital en su andadura, sabrosa en su rítmica y armónica, fácil en su melodismo, la pieza del mayor de los Halffter supone una excelente entrada de programa.

Orquesta Nacional de España

Director: J. R. Encinar. Solista: A. Nátola (violonchelista). Obras de R. Halffter, Ginastera, Chaves y Villalobos. Auditorio Nacional. Madrid, 3, 4 y 5 de mayo.

Ya conocido aquí, pues se escuchó poco antes de la muerte de su autor, el Concierto para arpa, de Ginastera, está dedicado a su esposa, Aurora Nátola, magnífica Intérprete, tanto de Ginastera como de Bach o Beethoven. La obra nos muestra la refinada sabiduría del músico argentino, su capacidad para explotar con sutileza los fenómenos tímbricos y atmosféricos y, al mismo tiempo, la potencia de: su sentido estructural. Sin otra referencia indigenista que el ritmo de danza del tiempo final, el Concierto contiene no escasas bellezas que Aurora Nátola desentraña con perfección, honda autenticidad y sentida emoción.

Helenismo

De Chávez son conocidas aquí, por ejecución directa, la Sinfonía India y la número 12. La titulada Antígona, seleccionada por Encinar, presenta un gesto filohelenista, vigente en los años treinta, de los que data la partitura. Se trata, claro es, de un helenismo imaginario, de una suerte de introducción a Antígona pensada y expresada con ideas y lenguaje muy de su tiempo.

En fin, la Bachiana brasileira, número 2, es un a modo de pequeño cuaderno en el que Villalobos anota sus impresiones del país, de sus tipos o de sus accidentes: así, la, estampa del capadocio, personaje amanerado, rico en recursos, un tanto mentiroso, dado al cante, de la modinha o al tañer de la viola, en tanto el trencito del interior consiste en un agudo apunte descriptivo. Los yermos del noreste, esto es, del Sertao, quedan evocados con gran sentido de la perspectiva en otro fragmento.

Encinar defendió con maestría superior el difícil concierto y expuso con propiedad la obertura, pero faltaron suficientes acentos, capaces de vivificar los ritmos brasileñros de Villalobos. Nos llegaron, en cambio, con claridad las grandes líneas propuestas por Chávez.

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