Crítica:

El Yunque, profeta en su tierra

Flamenco en Madrid: flamencos de Madrid

Jesús el Romaní, Rayito (guitarras en concierto). La Tati, Joaquín Ruiz (baile), el Yunque, con Montoyita (cante y toque). Madrid. Teatro Nuevo Apolo, 30 de abril.

Esta especie de cumbre del flamenco madrileño que se celebra con motivo de las fiestas del Dos de Mayo discurre con éxito de público, aunque los resultados artísticos no siempre respondan a las expectativas.En este concierto, por ejemplo, hubo dos guitarristas bisoños de relativo valor. Jesús el Romaní puede llegar a ser alguien en el futuro, pero le falta tiempo, e...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Flamenco en Madrid: flamencos de Madrid

Jesús el Romaní, Rayito (guitarras en concierto). La Tati, Joaquín Ruiz (baile), el Yunque, con Montoyita (cante y toque). Madrid. Teatro Nuevo Apolo, 30 de abril.

Esta especie de cumbre del flamenco madrileño que se celebra con motivo de las fiestas del Dos de Mayo discurre con éxito de público, aunque los resultados artísticos no siempre respondan a las expectativas.En este concierto, por ejemplo, hubo dos guitarristas bisoños de relativo valor. Jesús el Romaní puede llegar a ser alguien en el futuro, pero le falta tiempo, estudio y rodaje. Rayito, un nino creo que hispano-japonés de nueve años, enloqueció a un buen sector de la concurrencia con interpretaciones brillantes, pero defectuosas, de cosas como el Tico-tico.

Gracia y desparpajo

En el baile, Joaquín Ruiz basa toda su fuerza en la percusión de pies, de manera bastante rutinaria y huérfana de inspiración. En cambio La Tati dio su curso habitual de gracia y desparpajo, con dominio, con baile excelente, preciso, pleno de esos hallazgos expresivos personalísimos en que es única. Ricardo Losada, El Yunque, tuvo su gran noche. Con voz flamenquísima, cuajada de duendes jondos, hizo un recital en que demostrá saberes enclopédicos, que le permiten desentrañar con pareja autoridad estilos tan dispares como alegrías, granaína o fandango. Fue profeta en su tierra, sin discusión. Montoyita le acompañó con la justeza que ese cante requería.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En