Angola se pacificará en junio y tendrá elecciones en 1992

Los negociadores han empezado a redactar los -acuerdos finales y el anuncio de la conclusión de todo el proceso parece inmediato. El jefe de la delegación de la UNITA, Jeremías Chitunda, se reunió el lunes en Londres con el líder de la UNITA, Jonás Savimbi, y el mediador estadounidense, Herman Coheri, subsecretario de Estado adjunto para los asuntos africanos.El maratón de cuatro semanas de negociaciones permanentes, con las dos delegaciones angoleñas reunidas en sesión permanentemente, se ha desarrollado en Cascais, en los alrededores de Lisboa, con el portugués Darío Barroso co...

Los negociadores han empezado a redactar los -acuerdos finales y el anuncio de la conclusión de todo el proceso parece inmediato. El jefe de la delegación de la UNITA, Jeremías Chitunda, se reunió el lunes en Londres con el líder de la UNITA, Jonás Savimbi, y el mediador estadounidense, Herman Coheri, subsecretario de Estado adjunto para los asuntos africanos.El maratón de cuatro semanas de negociaciones permanentes, con las dos delegaciones angoleñas reunidas en sesión permanentemente, se ha desarrollado en Cascais, en los alrededores de Lisboa, con el portugués Darío Barroso como mediador y bajo la presión, constante y creciente, de los representantes americano y soviético para que se alcanzaran acuerdos. Se trata de unos acuerdos avalados por las dos superpotencias que estuvieron envueltas en el conflicto angoleño y Portugal como ex potencia colonizadora.

El alto el fuego debe, en principio, ser firmado en Lisboa, el 15 de mayo, por el presidente José Eduardo Dos Santos, en nombre de la República de Angola, y Jonás Savimbi.

La UNITA ha cedido en un punto importante: la creación después del alto el fuego, de¡ Ejército nacional único, con integración de una parte de las tropas gubernamentales y guerrilleras y el repliegue y concentración de las fuerzas militares de ambos lados en bases previamente establecidas y controladas internacionalmente. La UNITA pretendía un alto el fuego in loco, o sea, con los combatientes conservando las posiciones que ocupaban a la entrada en vigor de la tregua, posponiendo la creación del Ejército único para después de las elecciones.