El abandono de la base de Torrejon

El primero de los tres escuadrones que forman el Ala 401 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, con base en Torrejón de Ardoz (Madrid), abandonará España "con toda seguridad" antes de fin de año, según indicó ayer un alto cargo del Ministerio de Defensa. Los dos restantes escuadrones, que completan los 72 cazas F-16 que co niponen el ala, concluirán su retirada antes del 4 de mayo de 1992, en cumplimiento del actual convenio entre España y EE UU.El titular de Defensa, Julián García Vargas, reveló ayer en el Congreso que en la última reunión celebrada por la comisión mixta hispano-norteamericana...

El primero de los tres escuadrones que forman el Ala 401 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, con base en Torrejón de Ardoz (Madrid), abandonará España "con toda seguridad" antes de fin de año, según indicó ayer un alto cargo del Ministerio de Defensa. Los dos restantes escuadrones, que completan los 72 cazas F-16 que co niponen el ala, concluirán su retirada antes del 4 de mayo de 1992, en cumplimiento del actual convenio entre España y EE UU.El titular de Defensa, Julián García Vargas, reveló ayer en el Congreso que en la última reunión celebrada por la comisión mixta hispano-norteamericana, en abril, se había concretado las fechas para la retirada de las fuerzas de Estados Unidos instaladas en la base madrileña. Igualmente está prevista la cesión a las Fuerzas Armadas españolas de las instalaciones utilizadas por Estados Unidos en Cartagena y Sonseca (Toledo) antes del próximo verano.

En su primera comparecencia ante la Comisión de Defensa. del Congreso, García Vargas afirmó que una de las enseñanzas de la crisis del Golfo es que "debemos ampliar la concepción de nuestra seguridad, que no debe estar circunscrita a un espacio territorial propio o inmediato". Hasta ahora, tanto el plan estratégico conjunto como los acuerdos con la OTAN habían limitado la intervención de las Fuerzas Armadas españolas a la zona de interés estratégico de España, que incluye el territorio nacional y las aguas circundantes en el Atlántico y el Mediterráneo.

En los últimos tiempos existe, sin embargo, una tendencia a desbordar este marco geográfico, en función de los compromisos internacionales asumidos por España, especialmente en el seno de la Unión Europea Occidental (UEO). García Vargas calificó de "integracionista" la posición espanola en el debate sobre la construcción de una Europa unida con competencias también en el ámbito de la defensa, pero advirtió que "el fortalecimiento de una identidad europea no ha de significar un debilitamiento de la Alianza Atlántica" ni de la presencia militar de EE UU en Europa.