2.000 personas en lista de espera para diagnóstico en el Doce de Octubre

A los trabajadores del servicio de medicina nuclear del hospital Doce de Octubre les pareció que les crecían los enanos cuando en menos de 15 días se quedaron sin tres de las cuatro gammacámaras con las que trabajaban. Una fue desmontada para su instalación y otras dos dejaron de funcionar de puro viejas. Ahora, los diagnósticos a través de placas radiográficas para problemas oncológicos, de riñón, corazón o glándula tiroides se realizan con un solo aparato, y la lista de espera -unas 2.000 personas- llega hasta el mes de octubre.

El servicio de medicina nuclear de este hospital constab...

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A los trabajadores del servicio de medicina nuclear del hospital Doce de Octubre les pareció que les crecían los enanos cuando en menos de 15 días se quedaron sin tres de las cuatro gammacámaras con las que trabajaban. Una fue desmontada para su instalación y otras dos dejaron de funcionar de puro viejas. Ahora, los diagnósticos a través de placas radiográficas para problemas oncológicos, de riñón, corazón o glándula tiroides se realizan con un solo aparato, y la lista de espera -unas 2.000 personas- llega hasta el mes de octubre.

El servicio de medicina nuclear de este hospital constaba hasta el pasado 20 de febrero de cuatro gammacámaras, con las que cada día se realizaban exploraciones diagnósticas a 40 personas: casi 10.000 al año, según explicó el jefe del, servicio, Fernando Arnáiz.A pesar de ello y de que se trabajaba también por las tardes, fuentes próximas a este servicio informaron de que las listas de espera rondaban los 40 días, tanto para las pruebas de gammagrafía ósea -consistentes en radiografías estáticas- como las aplicadas al funcionamiento de riñones,corazón o tiroides. En estos momentos, los archivos del servicio, según estas fuentes, acumulan casi 2.000 solicitudes de diagnóstico por este método, las últimas de las cuales no serán atendidas hasta octubre.

El doctor Arnáiz restó importancia a esta lista de espera. "La mayoría de estos pacienles están en régimen ambulatorio, porque los casos más urgentes, y los que están ingresados son atendidos lo más rápidamente posible", precisó. Esto se traduce, según los trabajadores, en que "algunos enfermos permanecen ingresados entre 15 y 20 días sólo para hacerse una gammagrafía".

Cúmulo de casualidades

A esta situación se ha llegado por un cúmulo de casualidades, que han concluido con el funcionamiento en solitario de una de las cámaras. La más nueva, adquirida en 1988, comenzó a trabajar hace un año, después de que se instalara provisionalmente en una habitación. "Estaba en un pasillo", describen los trabajadores. El pasado febrero comenzaron las obras de instalación definitiva, por lo que hubo que desmontar el aparato. "A los 15 días", cuenta un médico, "se estropearon las dos cámaras antiguas. La empresa matriz dijo que eran tan viejas que no había piezas de repuesto". Desde entonces se atiende a 10 pacientes diarios, y un número indeterminado se deriva a clínicas concertadas, según un portavoz de la dirección.

La adquisición de dos nuevas cámaras depende de la aprobación de la Dirección Territorial del Instituto Nacional de la Salud (Insalud), que controla la compra de aparatos de alta tecnología en sus hospitales. Un portavoz del Insalud señaló que el Doce de Octubre ya ha pedido estos aparatos, aunque el asunto "está aún en estudio".

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Las gammacámaras tienen un plazo de vida de unos siete años. La dirección del hospital no ha explicado por qué se ha esperado otros siete anos para que una avería definitiva obligue a iniciar los trámites de compra de nuevos aparatos. "Estarán instalados este año", concluyó el portavoz del centro.

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