La calle de los marmolistas

30 talleres artesanos construyen lápidas junto al cementerio de la Almudena

Viven de los muertos, y sus oficinas están frente al cementerio. Lo mismo construyen lápidas que decoran cuartos de baño con mármol ónix traído de Pakistán. Son los marmolistas. Su profesión es artesanal, y sus talleres, alrededor de 30, se encuentran a lo largo de la avenida de Daroca, junto al cementerio de la Almudena.

Gabriel Mena, un madrileño de 38 años, heredó el negocio de su padre. Mármoles Mena funciona desde 1940; en esa fecha empezaron a construir lápidas y adornos para las tumbas. La tienda es una vivienda unifamillar. Las lápidas se amontonan en el suelo junto a la entrada...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Viven de los muertos, y sus oficinas están frente al cementerio. Lo mismo construyen lápidas que decoran cuartos de baño con mármol ónix traído de Pakistán. Son los marmolistas. Su profesión es artesanal, y sus talleres, alrededor de 30, se encuentran a lo largo de la avenida de Daroca, junto al cementerio de la Almudena.

Gabriel Mena, un madrileño de 38 años, heredó el negocio de su padre. Mármoles Mena funciona desde 1940; en esa fecha empezaron a construir lápidas y adornos para las tumbas. La tienda es una vivienda unifamillar. Las lápidas se amontonan en el suelo junto a la entrada; algunas, incluso, ya llevan grabada la inscripción que acompañará para siempre a su futuro dueño. En la parte de atrás tiene el taller.Cada año mueren en la capital cerca de 27.000 personas, y de ellas, el 75% es enterrado en cualquiera de los 10 cementerios de la ciudad. El resto recibe sepultura fuera de Madrid.

Mena trae los materiales de Almería y Badajoz. "Es un trabajo artesanal, aunque tiende a mecanizarse". El granito es lo' que más se trabaja. Los precios están entre las 100.000 y las 400.000 pesetas, y se paga al contado.

De las cerca de 90 personas que fallecen en Madrid cada día, muchas son trasládalas al cementerio de la Almudena, el más grande de la capital. A la sombra de esta afluencia florece el negocio de las lápidas.

La mayor parte de los marmolistas de la avenida de Daroca trabajan en pequenos talleres. Por todas partes se ven piezas de mármol. Muchas de las empresas utilizan perros para vigilar el negocio y disuadir a posibles ladrones. Junto a estos talleres hay un grupo de chabolas doride, según afirman, se vende heroína.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

También cuartos de baño

El negocio de Pedro Pérez Sevilla son los cuartos de baño. "A mi padre, que montó el negocio, no le gustaban los temas relacionados con el cementerio y optó por los trabajos en casas particulares", explica. El último pedido consistió en forrar un cuarto de baño con mármol onix traído desde Pakistán. La obra costó dos millones de pesetas. El metro cuadrado de mármol, según la categoría, cuesta entre 9.000.y 20.000 pesetas.

Archivado En