Marejadilla

Empleando el símil de los meteorólogos de televisión, el perfil de la Bolsa de Barcelona en lo que va de semana podría definirse como de "marejadilla"; es decir, corriente suave de ventas y descenso de las cotizaciones, seguida de corriente leve de compras camino de la cresta de la ola, que luego se deshace lentamente.En el cielo límpido de la Llotja de Mar, cuya fachada espejea en las aguas tranquilas de] puerto, no hay lugar para las brusquedades de los dientes de sierra. Ya parecen olvidados en el parqué los tiempos turbulentos, ya muy lejano el crash de 1987, e incluso las más recie...

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Empleando el símil de los meteorólogos de televisión, el perfil de la Bolsa de Barcelona en lo que va de semana podría definirse como de "marejadilla"; es decir, corriente suave de ventas y descenso de las cotizaciones, seguida de corriente leve de compras camino de la cresta de la ola, que luego se deshace lentamente.En el cielo límpido de la Llotja de Mar, cuya fachada espejea en las aguas tranquilas de] puerto, no hay lugar para las brusquedades de los dientes de sierra. Ya parecen olvidados en el parqué los tiempos turbulentos, ya muy lejano el crash de 1987, e incluso las más recientes caídas y recuperaciones causadas por la reciente crisis y tormenta del desierto en el golfo Pérsico.

El índice de la Bolsa barcelonesa registró ayer una leve subida, tras el descenso también suave de la sesión del lunes, que hace prever un suave balanceo durante toda la semana, en ausencia de perspectivas o cambios claros en la coyuntura. En la tendencia al alza, destacó el sector de cementos, cuyas cotizaciones aumentaron en 5,97 puntos.

En cambio, se anotaron descensos en los sectores de alimentación, comercio, inversión inmobiliaria, este último con una caída de 6,28 puntos.

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