Cardiología de Sant Pau de Barcelona suspende los trasplantes de corazón por falta de medios

El departamento de Cardiología del hospital de Sant Pau de Barcelona ha dirigido una carta al gerente del centro, Agustí Trullà, en la que anuncia su decisión de no aceptar nuevos enfermos para trasplante de corazón por falta de medios y colapso del servicio. La decisión será efectiva en cuanto se ponga en marcha un nuevo programa de trasplantes de corazón en el hospital de Bellvitge, recientemente autorizado. El equipo de Sant Pau, dirigido por Josep Marla Caralps, critica a la Generalitat por haber autorizado el nuevo programa, con el gasto que ello comporta, cuando al de Sant Pau, pionero e...

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El departamento de Cardiología del hospital de Sant Pau de Barcelona ha dirigido una carta al gerente del centro, Agustí Trullà, en la que anuncia su decisión de no aceptar nuevos enfermos para trasplante de corazón por falta de medios y colapso del servicio. La decisión será efectiva en cuanto se ponga en marcha un nuevo programa de trasplantes de corazón en el hospital de Bellvitge, recientemente autorizado. El equipo de Sant Pau, dirigido por Josep Marla Caralps, critica a la Generalitat por haber autorizado el nuevo programa, con el gasto que ello comporta, cuando al de Sant Pau, pionero en España en esta modalidad de trasplante, se le han negado los medios para continuar."Operaremos a los 14 pacientes que tenemos en lista, pero si al acabar seguimos teniendo los mismos medios, serán los últimos. No podemos continuar en estas condiciones. Hemos llegado a esta dolorosa decisión después de cuatro años de confiar en compromisos reiteradamente incumplidos", afirma Caralps. La existencia de un solo quirófano para toda la patología cardiaca, incluidos los trasplantes, y la falta de un servicio anexo de reanimación impiden la continuidad del programa ya que cada vez que se efectúa un transplante, deben suspenderse tres operaciones previamente programadas. Los 20 transplantes efectuados en 1990 obligaron a suspender 64 operaciones de corazón. Cuando se inició el programa, en 1984, la lista de espera para intervenciones programadas era de tres meses. Ahora alcanza ya ocho meses, cifra que se considera insostenible en este tipo de patología.

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