Cartas al director

Dos cubos

Fulton, Nueva York, verano de 1978 (hace ya más de 12 años) En este insignificante pueblo de Estados Unidos, algo llama la atención inmediatamente: las casas tienen dos cubos de basura; uno para la basura propiamente dicha y otro para papel, cartón... De esta forma, desde un principio se facilita el ulterior reciclado de los derivados celulósicos, con el consiguiente ahorro de materias primas, -obtenidas a base de talar los ya escasos árboles que nos quedan, o de importarlas, con todo lo que ello supone-, abaratando costes de producción y disminuyendo sensiblemente el volumen de desperdicios q...

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Fulton, Nueva York, verano de 1978 (hace ya más de 12 años) En este insignificante pueblo de Estados Unidos, algo llama la atención inmediatamente: las casas tienen dos cubos de basura; uno para la basura propiamente dicha y otro para papel, cartón... De esta forma, desde un principio se facilita el ulterior reciclado de los derivados celulósicos, con el consiguiente ahorro de materias primas, -obtenidas a base de talar los ya escasos árboles que nos quedan, o de importarlas, con todo lo que ello supone-, abaratando costes de producción y disminuyendo sensiblemente el volumen de desperdicios quemados (nuevo perjuicio ecológico). En Alemania, sin ir más lejos, el papel reciclado se identifica visiblemente, y se utiliza abundantemente para correspondencia, entre otras aplicaciones.Me pregunto cuándo nuestros ilustres gobernantes tomarán buen ejemplo de los países más desarrollados-civilizados que nosotros, también en este tipo de aspectos aparentemente tan insignificantes, en vez de importar las ideas y costumbres que allí ya son historia. Es lo de siempre: cuando nosotros vamos, ellos vuelven. Lo grave es que nunca aprendemos.-

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