Sólo el 20% de los pacientes con infarto recibe el tratamiento adecuado a tiempo

Un estudio efectuado en los últimos seis meses en el servicio de urgencias del hospital Clínico de Barcelona ha revelado que ningún paciente, por grave que llegue, atraviesa la barrera médico-burocrática en menos de 30 minutos y que el 75% de los enfermos tarda más de dos horas en recibir asistencia adecuada a su caso. Esto acarrea graves consecuencias para los enfermos con infarto, que en el 60% de los casos llegan al hospital cuatro horas después del ataque. Ambos factores determinan que sólo el 20% de los afectados por accidentes vasculares reciba asistencia a tiempo.

Está demostrado...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Un estudio efectuado en los últimos seis meses en el servicio de urgencias del hospital Clínico de Barcelona ha revelado que ningún paciente, por grave que llegue, atraviesa la barrera médico-burocrática en menos de 30 minutos y que el 75% de los enfermos tarda más de dos horas en recibir asistencia adecuada a su caso. Esto acarrea graves consecuencias para los enfermos con infarto, que en el 60% de los casos llegan al hospital cuatro horas después del ataque. Ambos factores determinan que sólo el 20% de los afectados por accidentes vasculares reciba asistencia a tiempo.

Está demostrado, según el cardiólogo Ginés Sanz-Romero del hospital Clínico de Barcelona, que la administración de fármacos trombolíticos puede reducir sustancialmente la mortalidad por infarto, a condición de que sean administrados antes de las cuatro horas, o como máximo seis, de haberse producido el accidente cardiaco. "Algunos estudios han revelado que la mortalidad puede reducirse hasta un 50% en determinadas condiciones, de modo que el factor tiempo determina el éxito del tratamiento"; afirmó Sanz-Romero.Según datos aportados por el cardiólogo a la sesión sobre Enfermedades cardiovasculares, situación 5, tendencias, organizada por el Instituto Municipal de la Salud en el hospital de la Esperanza de Barcelona, "en estos momentos sólo entre un 20% y un 25% de los pacientes que han sufrido un infarto recibe el tratamiento adecuado a su caso".

Demasiado tarde

Un estudio efectuado en la ciudad de Barcelona reveló que sólo el 50% de los enfermos que han sufrido un infarto llega al centro hospitalario antes de seis horas. Es decir, que más de la mitad de los enfermos no llegan a tiempo de que se les administre el tratamiento necesario para disolver el coágulo.El estudio precisa que sólo un 40%, llega antes de cuatro horas y apenas un 20% llega antes de las dos horas. El promedio de tiempo que el enfermo tarda en llegar al hospital desde el momento de sentirse indispuesto es de seis horas. Parecidas demoras se observan en otras ciudades españolas, según otro estudio efectuado por un laboratorio farmacéutico.

En Europa, el promedio está situado en torno a las tres horas. El tiempo logrado en otros países revela que la situación en España es evidentemente mejorable. Según Jaume Marrugat, responsable del registro de mortalidad cardiovascular que funciona en Gerona desde hace seis años, "el 50% de los pacientes que han sufrido un accidente cardiovascular no muere en un centro hospitalario y, de ellos, la mitad muere sin ningún tipo de asistencia".

A la demora en el traslado se suma el retraso que provoca la saturación de las urgencias de los grandes hospitales. En opinión de Sanz-Romero, "los servicios de urgencias deberían tener una unidad de intervención rápida para casos de infarto. No es ni complicado ni costoso. Se trata de habilitar dos camas monitorizadas específicamente destinadas a estos enfermos".

Pero la carencia de infraestructura afecta incluso a las propias unidades de cardiopatía. Según el doctor Adolf Díez, jefe del Servicio de Medicina Interna del hospital de la Esperanza, "muchas veces nos encontramos con que no hay ni una sola cama monitorizada disponible en ninguna de las unidades de cardiología, de modo que los enfermos deben permanecer en urgencias mucho más tiempo del razonable".

"Casi cada mañana, cuando llego al hospital, me encuentro con el mismo problema", añade Sanz-Romero. "Las camas de cardiología no deberían tener una ocupación superior al 75%, para garantizar que siempre hubiera una libre para una emergencia, pero el índice de ocupación en estos momentos es del 90%, de modo que siempre están saturadas".

El epidemiólogo Joan Ramon Villalbí considera que queda un gran trecho por recorrer en España para lograr reducir la mortalidad por accidente cardiovascular en la misma proporción en que la han reducido en los últimos años otros países europeos, Jaume Marrugat precisó que caben dos actuaciones: la médica y la preventiva. "La adopción de medidas médicas, entre ellas la agilización del traslado de los enfermos, podría reducir la mortalidad en un 40%. Pero las que más incidencia pueden tener son las preventivas ya que, según diversos estudios, si se eliminasen los dos principales factores de riesgo, el colesterol y el tabaquismo, el número de muertes por accidente cardiovascular podría reducirse en un 54%".

Villalbí prevé que se producirá, a medio plazo. un incremento de las enfermedades coronarias en las mujeres ya que en los últimos años se ha observado un gran aumento del tabaquismo entre las que ahora tienen menos de 45 años.

Archivado En