EE UU tiene "serias dudas"sobre el plan de paz
El presidente estadounidense, George Bush, mantiene "serias dudas" acerca del plan de paz soviético que esta madrugada fue aceptado en Moscú por Irak, y consultará a los aliados de Estados Unidos antes de responder a los ocho puntos de que consta el mismo, según informó, cerca de las tres de la madrugada de hoy, hora peninsular española, el portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater. "El presidente Bush agradeció al presidente Gorbachov sus intensos y útiles esfuerzos, pero mostró serias dudas acerca de algunos puntos de] plan", agregó Fiftwater.
El portavoz norteamericano anunció que...
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El presidente estadounidense, George Bush, mantiene "serias dudas" acerca del plan de paz soviético que esta madrugada fue aceptado en Moscú por Irak, y consultará a los aliados de Estados Unidos antes de responder a los ocho puntos de que consta el mismo, según informó, cerca de las tres de la madrugada de hoy, hora peninsular española, el portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater. "El presidente Bush agradeció al presidente Gorbachov sus intensos y útiles esfuerzos, pero mostró serias dudas acerca de algunos puntos de] plan", agregó Fiftwater.
El portavoz norteamericano anunció que continuarán las operaciones de guerra y recalcó que en las próximas horas se analizaría colla detenimiento la propuesta de paz. También indicó que la ofensiva terrestre está todavía considerándose.Marlin Fitzwater había anunciado previamente que a la 1.15 de hoy el Gobierno norteamericano se pronunciaría sobre el plan de paz soviético, que Irak ha aceptado. Más de una hora después, la Casa Blanca seguía manteniéndose en silencio.
El presidente George Bush se fue al teatro tras estudiar con sus principales colaboradores la situación creada después de que Tarek Azuz, el ministro de Asuntos Exteriores iraquí, anunciase que su país se iba retirar de Kuwait.
Bush había seguido por televisión y por radio el discurso por Sadam Husein a media tarde del que se podía deducir que el líder iraquí se oponía a aceptar el plan de paz. El presidente norteamericano fue puntualmente informado de las conversaciones que se mantenían en Moscú por Gorbachov.
Tras conocerse la positiva respuesta iraquí a la iniciativa soviética, que: incluye un alto el fuego y la completa e incondicional retirada de las tropas iraquíes de Kuwait, el secretario de Estado norteamericano, James Baker, y el vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle, se reunieron en la Casa Blanca. Inicialmente, fuentes de la Administración norteamericana mostraron su escepticismo sobre las noticias que provenían de Moscú.
"Vituperios"
La intervención a media tarde del presidente iraquí, Sadam Husein, fue recibida en Washington con decepción. Martin Fitzwater declaró que las palabras de Sadam no contenían "sino los habituales vituperios y falta de respeto hacia el mandato de las Naciones Unidas". Tras acusar al líder iraquí de no sentir 1a más mínima compasión por su pueblo y su país", el portavoz presidencia estadounidense añadió que las fuerzas de la coalición multinacional seguirían "el rumbo marcado por las 12 resoluciones de las Naciones Unidas"."Nuestras fuerzas siguen resueltamente su curso. La liberación de Kuwait continúa", agregó.
A pesar de esta primera reacción negativa al discurso de Sadam, funcionarios de la Casa Blanca no habían excluido la posibilidad de que Tarek Aziz demostrase alguna flexibilidad en la posición iraquí en sus reuniones en Moscú con el presidente Mijaíl Gorbachov y otros funcionarios de la cúpula soviética. Según estos funcionarios, el hecho de que Sadam no hiciera en su alocución ninguna referencia a la propuesta soviética y se concentrase en la oferta de retirada iraquí de Kuwait anunciada el pasado viernes hizo pensar que Aziz llevaba alguna contrapropuesta en su cartera.
[El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, fue informado por sus asesores del contenido del discurso de Sadam Husein, pero rehusó hacer comentarios al mismo. En el entorno del secretario general y entre los diplomáticos acreditados en la ONU se tuvo la impresión de que el discurso del presidente iraquí era fundamentalmente una declaración política para consumo interno, dirigida a los iraquíes, especialmente a los militares, y en general a los árabes, informa Efe. En los mismos medios diplomáticos se opinaba que la declaración de Sadam se prestaba a múltiples interpretaciones, y que podía servir igual para justificar la guerra como para justificar la retirada de Kuwait y el alto el fuego].