El conflicto de Irak fuerza cambios en el Gobierno tunecino
El conflicto de Irak ha provocado una importante y profunda remodelación ministerial en Túnez, cuyos primeros síntomas se detectaron el pasado domingo por la noche cuando fue fulminantemente destituido el ministro del Interior, Abdehemid Escheikh, después de que fuera asaltada e incendiada la sede del partido gubernamental (RCD) en la capital, al parecer por un comando integrista. Dos días más tarde, el presidente Zine Ben Alí ha completado la remodelación del Gobierno efectuando nueve nombramientos nuevos sobre un total de 20 carteras ministeriales.Apaciguar a Washington, preocupado" por la s...
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El conflicto de Irak ha provocado una importante y profunda remodelación ministerial en Túnez, cuyos primeros síntomas se detectaron el pasado domingo por la noche cuando fue fulminantemente destituido el ministro del Interior, Abdehemid Escheikh, después de que fuera asaltada e incendiada la sede del partido gubernamental (RCD) en la capital, al parecer por un comando integrista. Dos días más tarde, el presidente Zine Ben Alí ha completado la remodelación del Gobierno efectuando nueve nombramientos nuevos sobre un total de 20 carteras ministeriales.Apaciguar a Washington, preocupado" por la singladura proiraquí del Gobierno tunecino, y controlar y reprimir el movimiento integrista y las manifestaciones espontáneas a favor de Sadam Husein parecen ser los dos objetivos fundamentales que pretende conseguir el presidente Zine Ben Alí con la remodelación del Gobierno.
Abdallah Kallek, el nuevo ministro del Interior, que ostentaba antes la cartera de Defensa, ha recibido el encargo de diseñar un equipo duro, dispuesto a dar la batalla en la calle, a meter en cintura a los integristas de An-Nahda y a restablecer el orden público, deteriorado por las movilizaciones a favor de Irak.
Suavidad exterior
La contrapartida de este equipo duro se encuentra en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que desde ayer se encuentra en manos de Habib Ben Yahua, un hábil diplomático de carrera, formado en Estados Unidos y que con anterioridad ocupó la embajada de Nueva York.El nuevo jefe de la diplomacia es un hombre conocedor de la Administración norteamericana que llega en un momento providencial, ya que Washington acaba de anunciar la reducción de un tercio de las ayudas económicas a Túnez y la anulación de la cooperación militar. Estas medidas han sido interpretadas en medios políticos como una sanción estadounidense a la postura proiraquí de Túnez.
Con este cambio en la cartera del Ministerio de Asuntos Exteriores se desplaza de la escena internacional Habib Boulares, el ministro más pro-Sadam Husein del Gobierno tunecino y uno de los artífices de su singladura proiraquí. Pero Boulares no desaparecerá del Gobierno, ya que desde ayer es el nuevo ministro de Defensa, una manera de contentar las simpatías iraquíes de los militares.