Hacienda regulará los 'bonos matador' para acabar con una vía de evasión fiscal

El Ministerio de Economía y Hacienda ha detectado una nueva vía de escape fiscal en la emisión de bonos matador -bonos nominados en pesetas emitidos en España por entidades extranjeras-, efectuada por la República de Austria. En virtud del tratado de doble imposición firmado con Austria en diciembre de 1966, los suscriptores no residentes en España de este activo no tributan en ninguno de los dos Estados. Hacienda no está de acuerdo con la interpretación legal que exime a estos activos de tributación y asegura que en breve plazo habrá un pronunciamiento claro al respecto.

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El Ministerio de Economía y Hacienda ha detectado una nueva vía de escape fiscal en la emisión de bonos matador -bonos nominados en pesetas emitidos en España por entidades extranjeras-, efectuada por la República de Austria. En virtud del tratado de doble imposición firmado con Austria en diciembre de 1966, los suscriptores no residentes en España de este activo no tributan en ninguno de los dos Estados. Hacienda no está de acuerdo con la interpretación legal que exime a estos activos de tributación y asegura que en breve plazo habrá un pronunciamiento claro al respecto.

La emisión de bonos matador austríacos, por importe de 15.000 millones de pesetas, fue asegurada principalmente por el Banco Bilbao Vizcaya (BBV) y el Citibank, entidades a las que fuentes de las sociedades liquidadoras atribuyen la colocación de unos 12.000 millones de los 15.000 emitidos.Este extremo no ha podido ser confirmado con ninguna de las dos entidades mencionadas por ausencia de quienes están encargados de supervisar la operación.

Fuentes de la Dirección General del Tesoro han reconocido, que, sin que la emisión adolezca de problemas formales, sí plantea "un problema de fiscalidad resoluble". Por su parte, la Dirección General de Tributos que dirige Miguel Cruz, afirma que no está de acuerdo "con las tesis que consideran estos activos [los bonos matador] como activos desfiscalizados" y asegura que en su ordenamiento legal "se especifica que están sujetos a tributación".

Hacienda afirma asimismo que la cuestión está sujeta a examen y que en breve plazo habrá un pronunciamiento concreto.

Intereses

De acuerdo con el artículo 11, apartado 3 del tratado firmado con Austria en 1966 y ratificado en 1967, "los intereses de la deuda pública de un Estado contratante sólo puede someterse a imposición en este Estado [en este caso, Austria]".Los bonos matador, como toda la deuda pública austriaca están exentos de tributación, por lo que los suscriptores, físicos o jurídicos no residentes en España no tributan por los intereses en ninguno de los dos países. La Hacienda española, de acuerdo con la orden del 3 de febrero de 1987, tampoco practica retenciones a los no residentes que inviertan en este tipo de activos.

La emisión de 15.000 millones, cuyo periodo de suscripción comenzó el 15 de enero y finalizará el 8 de febrero próximo, distribuida en obligaciones al portador de 100.000 pesetas cada una, ofrece un interés del 13,55% anual hasta 1997.

La cuestión que preocupa a Hacienda y que ha desatado todo tipo de especulaciones en círculos financieros es si la emisión se ha colocado en su totalidad a no residentes en España o si por el contrario, parte de la emisión ha ido a parar a manos de sociedades interpuestas en las que podrían participar residentes, y por lo tanto, contribuyentes con obligación de declarar en España, que de esta forma estarían eludiendo con éxito sus obligaciones fiscales.

Crecimiento

El mercado de bonos matador, según cálculos de Moody's, la firma de rating estadounidense (calificación de solvencia) que examina emisiones de deuda de empresas públicas y de Estados, ha experimentado un espectacular crecimiento desde 1989.Así, si en octubre de 1989 el importe de la deuda emitida en pesetas ascendía a 226.000 millones de pesetas, a finales de 1990 el importe era de 536.000 millones de pesetas. El incremento, importante, se produjo a pesar de que la actividad emisora estuvo paralizada el pasado año a causa de las restricciones impuestas para nuevas emisiones con el fin de no aumentar la presión sobre la peseta. La primera emisión de este tipo de activos fue realizada a finales de 1987 por Eurofirma y causó una cierta decepción por la falta de liquidez que se acusó nada más de cerrarse la emisión.

La emisión de matadores austriaca ha puesto sobre el tapete la consideración fiscal de este tipo de activos, exentos de las restricciones de control de cambios y exentos asimismo -para los no residentes- de la tributación por intereses y por ganancia de capital. Al mismo tiempo, el problema ha llevado al análisis del tratado firmado con Austria hace 24 años.

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