GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

EE UU replanteará los objetivos a bombardear

La perfecta coordinación informativa en todos los niveles políticos y militares de EE UU, desde la Casa Blanca a los portavoces de la coalición multinacional en Arabia Saudí, consiguió ayer parar y diluir el primer impacto causado en la opinión pública estadounidense por las imágenes de las víctimas del bombardeo el miércoles de la controvertida instalación de Bagdad, utilizada como refugio civil, según los iraquíes, y como centro de comunicación militar, según Washington.

Sin embargo, una consecuencia inmediata del trágico incidente, que produjo un número de muertos sensiblemente infer...

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La perfecta coordinación informativa en todos los niveles políticos y militares de EE UU, desde la Casa Blanca a los portavoces de la coalición multinacional en Arabia Saudí, consiguió ayer parar y diluir el primer impacto causado en la opinión pública estadounidense por las imágenes de las víctimas del bombardeo el miércoles de la controvertida instalación de Bagdad, utilizada como refugio civil, según los iraquíes, y como centro de comunicación militar, según Washington.

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Sin embargo, una consecuencia inmediata del trágico incidente, que produjo un número de muertos sensiblemente inferior al anunciado originalmente en la capital iraquí, será una cuidadosa revaluación de los futuros objetivos a destruir por la aviación norteamericana y del resto de los países de la coalición y, en opinión de fuentes militares, una aceleración de los planes para lanzar una ofensiva terrestre contra Kuwait.Según estas fuentes, el impacto indiscutible en el mundo árabe de las imágenes de Bagdad provocará una disminución de los bombardeos a objetivos situados en o cerca de centros urbanos iraquíes para incrementar los ataques aéreos contra las concentraciones de tropas tanto en el sur de Irak como en territorio kuwaití.

Igualmente, esta estrategia obligará a un adelantamiento de la ofensiva terrestre destinada a reconquistar Kuwait en contra de los planes, reales o ficticios, anunciados por el presidente George Bush el pasado lunes a favor de la continuación de la campaña aérea.

El despliegue realizado por los portavoces norteamericanos para contrarrestar las dramáticas imágenes procedentes de Bagdad con la afirmación de que el refugio albergaba en su interior un centro militar de comunicaciones no tuvo precedentes, incluso en un mundo como el norteamericano acostumbrado a reaccionar inmediatamente a cualquier acontecimiento.

Acusación a Sadam Husein

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En un plazo de sólo cuatro horas, la versión fue machaconamente repetida por los portavoces militares norteamericano, británico y saudí en Riad, mientras que en Washington aparecían sucesivamente en televisión para acusar al presidente iraquí Sadam Husein de poner en peligro las vidas de inocentes civiles por permitir que se refugiaran en lo que calificaban de bunker militar el portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, los de los departamentos de Estado y de Defensa, Margaret Tutwiler y Pete Williams, y el director de operaciones del Pentágono.

El secretario de Defensa, Richad Cheney, aprovechó una conferencia ante la Cámara de Comercio norteamericana para recordar que Sadam había colocado anteriormente a los rehenes extranjeros en instalaciones estratégicas y afirmar que, según fotografías de los satélites espías, los iraquíes estaban situando parte de su aviación cerca de instalaciones civiles.

Concretamente, Cheney declaró que dos MIG-21 estaban "aparcados" en las cercanías de una pirámide sumeria en la vieja ciudad de Ur, patria del patriarca Abraham. El secretario de Defensa añadió un dato interesante. En sus palabras, cuando acabara la guerra, se podría demostrar que una gran parte de la destrucción de edificios en Basora y Bagdad había sido causada por las propias baterías de defensa antiaérea iraquíes. "Los daños a nuestra aviación son mínimos y cuando se lanza un misil o una granada artillera y no hace blanco tiene que volver a caer a tierra", dijo Cheney.

Por su parte, el general Kelly manifestó que entre 50 y 100 cazas iraquíes habían sido trasladados a zonas civiles y que, aunque presentaban un blanco fácil para la aviación, no habían sido destruídos "para no causar daños colaterales", el eufemismo utilizado por los militares para referirse a víctimas civiles o a objetivos no militares.

En este contexto, el Pentágono confirmó ayer una información adelantada por el New York Tinies, según la cual el hotel Al Rashid de Bagdad, único que funciona en la capital iraquí y donde se alojan los corresponsales y los visitantes Ilustres extranjeros, albergaba en un sótano secreto un centro de mando y control usado por el Ejército íraquí.

[El ministro de Exteriores de Irán, Alí Akbar Velayati, manifestó ayer en Roma que existen "indicios que permiten esperar aún" una solución negociada a la guerra del Golfo, informa France Presse].

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