GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Estupor e indignación de los familiares

Estupor e indignación fueron las primeras reacciones de muchos familiares de los marineros destinados en la fragata Victoria y en las corbetas Infanta Elena y Vencedora cuando se enteraron, a través de los medios de comunicación, de que sus hijos zarparán esta mañana rumbo al golfo Pérsico para relevar a los tres buques españoles que operan en la zona.Según un portavoz del Ministerio de Defensa, la partida de los buques fue notificada mediante telegrama a los familiares de las dotaciones. Ninguna de las cinco familias con las que contactó este diario a primera hora de la t...

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Estupor e indignación fueron las primeras reacciones de muchos familiares de los marineros destinados en la fragata Victoria y en las corbetas Infanta Elena y Vencedora cuando se enteraron, a través de los medios de comunicación, de que sus hijos zarparán esta mañana rumbo al golfo Pérsico para relevar a los tres buques españoles que operan en la zona.Según un portavoz del Ministerio de Defensa, la partida de los buques fue notificada mediante telegrama a los familiares de las dotaciones. Ninguna de las cinco familias con las que contactó este diario a primera hora de la tarde había recibido, sin embargo, dicho telegrama. En La Llagosta (Barcelona) se organizó precipitadamente una caravana de coches particulares con la esperanza de llegar esta madrugada a Cartagena (Murcia), pero a muchas familias el anuncio les llegaba demasiado tarde para despedir a sus seres queridos.

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"Tienen muy poca vergüenza", afirmó Ana Garrido, hermana de un cabo destinado en la Vencedora, después de que este diario le comunicara la noticia. "No hay derecho a que nos tengamos que enterar de esta forma", dijo Enriqueta, madre de un marinero de la Infanta Elena, a la que una amiga acababa de telefonear tras oir en la radio el anuncio de la salida.

La desolación de los familiares de los marineros que zarparán hoy contrasta con la alegría de quienes esperan el regreso de los buques que se están en la zona del conflicto.

Alejandro Coronel, con un hijo embarcado en la Diana, recibió la noticia "con alivio y satisfacción" y su esposa apenas pudo contener las lágrimas, aunque, afirma, "también estamos apenados porque se van otros".

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